La reforma laboral puesta en marcha por Yolanda Díaz ha venido a tensar las relaciones entre empresarios y sindicatos, entre estos con varios ministerios y también dentro del seno del Consejo de Ministros. El calendario para ir abordando las diversas materias es la parte visible del conflicto, aunque el trasfondo es la oposición de los empresarios a abordar los aspectos de la llamada contrarreforma -prevalecía del convenio de empresa y las subcontratas- que ha sido el primer paquete de negociación puesto en la mesa.
El pasado martes, el presidente de la CEOE aseguró que no negociarán "a cachitos" y que "si hay que negociar, hablemos de todo para saber dónde está el principio y final, porque si no, nos estarán haciendo una trampa". Su prioridad es mejorar la dualidad que hay en el mercado de trabajo y que "habrá que mirar todos los tipos de contrato, guste o no", apostilló. Una posición que sostiene Nadia Calviño.
Este jueves se sumó a esta tesis el nuevo presidente del Círculo de Empresarios y socio director del grupo Perseo, Manuel Pérez-Sala. En un desayuno de Nuevo Forum Economía declaró que lo urgente es abordar la reforma laboral, aunque no en las materias propuestas por Trabajo. Abogó por simplificar el número de contratos a tres -de aprendizaje, temporal por causa justificada y un indefinido- "con una indemnización razonable", que podría rondar los 15 días por año trabajado. "Es hora de adoptar medidas eficientes y valientes", porque "uno de cada cuatro españoles quiere trabajar y no puede", dijo.
Respecto a este abaratamiento del despido indefinido, señaló que "no tendría carácter retroactivo", sino que se trataría de "asumir posiciones nuevas para ayudar a desempleados".
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, les dio la replica al declarar en un encuentro del CGE que "esta negociación no va o de revertir parte de la reforma laboral de 2012 o de combatir la dualidad y precariedad del mercado laboral, sino de ambas cosas y algunas más. Pero cuando se mete mucha leña en la leñera se bloquean las cosas. Para comerse un elefante a mordiscos hay que empezar por algún lado y por eso queremos empezar por lo que ya teníamos avanzado antes de la pandemia". Se refería al documento presentado por Trabajo que se limita a la prevalencia entre los convenios de empresa y los sectoriales y a una nueva normativa de las subcontratas, que no ha gustado en la CEOE.
Montero, equidistante
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se sumó este jueves al debate al declarar que el Ejecutivo tiene en el plano laboral "tareas tan importantes" como la derogación de la reforma laboral implantada en 2012 por el PP y corregir la alta "temporalidad" del mercado laboral. Da pues prioridad a lo defendido por las dos vicepresidentas, Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
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