El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,6% en febrero en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 0,0%, cinco décimas por debajo de la de enero y su segunda tasa positiva consecutiva tras nueve meses en valores negativos.
Según los datos confirmados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), al descenso de los precios en cinco décimas ha contribuido, principalmente, la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en 2020, así como la estabilidad de los precios de los servicios de alojamiento, la menor subida del precio de los paquetes turísticos en comparación con la registrada el mismo mes un año antes, y el menor coste de algunos alimentos, como las legumbres y hortalizas y la carne.
Por contra, Estadística destaca el aumento de los precios de los carburantes y combustibles para el transporte personal en el segundo mes del año, en contraste con el descenso que registraron en febrero de 2020.

Desde el inicio de la pandemia, los precios han encadenado caídas interanuales, especialmente intensas en mayo (0,9 %), octubre (0,8 %) y noviembre (0,8 %) de 2020, hasta que en enero repuntaron al 0,5% como consecuencia del encarecimiento de la electricidad en plena borrasca Filomena.
Por comunidades, la tasa anual del IPC ha disminuido en todas las comunidades autónomas en febrero respecto a enero. Los mayores descensos se producen en Andalucía, Aragón, Canarias y Cantabria, con una bajada de seis décimas en todas ellas. Por su parte, Comunidad Foral de Navarra es la comunidad donde menos desciende la tasa anual, con una disminución de una décima.
Primer retroceso mensual desde julio
En tasa mensual (comparativa de febrero sobre enero), el IPC bajó un 0,6%, su primer retroceso desde el pasado mes de julio.
Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó en febrero su tasa interanual en el -0,1%, cinco décimas por debajo de la de enero.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, aumentó tres décimas en febrero, hasta el 0,3%, con lo que se sitúa tres décimas por encima de la tasa de IPC general.
Desde el pasado mes de enero, el IPC incluye las nuevas ponderaciones que ha asignado el INE a la cesta de la compra para adaptar el indicador a los nuevos hábitos de consumo derivados de la pandemia. De este modo, el grupo que más peso ha ganado en la cesta de la compra es el de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Pierden peso, por contra, el vestido y el calzado, el transporte, el ocio y la cultura y hoteles, cafés y restaurantes, entre otros.