La alianza entre ERC, Junts y la CUP, que es la opción que parte con más opciones para formar Govern en Cataluña tras las elecciones del domingo, ya cuenta con una nota de advertencia por parte de la banca internacional. El grupo financiero británico HSBC considera que el hecho de que los partidos favorables a la independencia hayan superado por primera vez el 50% de los votos, y de que ERC dependa de Junts y la CUP -con posturas secesionistas más radicales a corto plazo- para gobernar, abre la puerta a una nueva escalada del conflicto catalán que a su vez "podría conducir a un gobierno central más ineficaz y al riesgo de inestabilidad política", dada la necesidad de Pedro Sánchez de contar con los apoyos de los republicanos para aprobar cuestiones estatales en las Cortes.
Por ello, HSBC, uno de los mayores grupos financieros del mundo con 40 millones de clientes en más de 60 países, avisa a los inversores de que se preparen para la posibilidad de "más ruido político de Cataluña en los próximos meses, lo que podría generar cierta volatilidad en el mercado".
La entidad apunta que la victoria secesionista en votos y escaños "podría devolver la independencia unilateral a la agenda, aumentando la incertidumbre política y sumando otro desafío a los que ya se enfrenta España". Y eso pese a que las propias encuestas de la Generalitat -que la nota reproduce- recogen una caída del sentimiento independentista en los últimos tiempos.
El documento, titulado Independencia de Cataluña. Otra vez, estima "poco probable que la participación históricamente baja" en los comicios del domingo, de solo el 53,6%, "impida que los partidos independentistas afirmen que ahora cuentan con el apoyo de la mayoría de la población", aunque el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) -el CIS catalán-, refleje lo contrario.
En cualquier caso, HSBC expone que "la probabilidad de incertidumbre política en el futuro, que a su vez también podría afectar a la economía a través de la confianza de los consumidores y los inversores", dependerá de quién sea elegido presidente de Cataluña y "con qué fuerza los partidos independentistas querrán perseguir su objetivo de independencia".
Añade que, a corto plazo, el hecho de que Pere Aragonès se convierta en presidente podría aumentar las posibilidades de que Estado y Generalitat acuerden sentarse alrededor de una mesa de negociaciones, pero "el choque es inevitable en algún momento" porque la Constitución no permite celebrar un referéndum de independencia.
De momento, los escenarios de radicalización que contempla HSBC tienen fundamento: la candidata de la CUP, Dolors Sabater, afirmó este martes que pretenden condicionar esta legislatura y que su propuesta incluye convocar un referéndum vinculante de independencia, tanto si es pactado -como defiende ERC- como si no -como apoya Junts-.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, reafirmó ayer el rechazo del Ejecutivo central a la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña porque no cabe en la Constitución, y aseguró que el apoyo electoral que recaben las fuerzas independentistas no va a cambiar este posicionamiento.
El Gobierno central reafirma la ilegalidad de un referéndum catalán
"Da igual qué porcentaje pueda sacar cualquier partido en cualquiera de las elecciones territoriales en relación a lo que en nuestro país no es constitucional y no es legal", sentenció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Calvo se explicó así al ser preguntada sobre si el hecho de que los partidos independentistas hayan crecido en apoyos y recabado más del 50% de los votos en las elecciones catalanas del domingo puede hacer cambiar la actitud del Gobierno en cuanto a esta demanda, informó Europa Press.
"El referéndum no esta contemplado en la Constitución, nada más y nada menos que para una materia que afecta al artículo 2 y al título octavo entero, para dilucidar la unidad territorial del conjunto del Estado", argumentó.
Asimismo, la vicepresidenta señaló que incluso los partidos independentistas catalanes tienen un debate interno sobre cuál es el porcentaje que legitima volver a impulsar su proyecto indepedentista.