La elevada abstención en unas elecciones atípicas marcadas por el temor a la pandemia ha beneficiado a los independentistas que, con 74 escaños repartidos entre ERC, JxCat y la CUP, por primera vez superan el 50% de los votos. El conjunto de las tres formaciones aglutinan en torno a 1,3 millones de papeletas, lo que supone el 51,7% del total de votos, con el 90% de la participación escrutada. Por su parte, el resto de formaciones no independentistas suma el restante 48,4%, con 1,26 millones de votos a su favor.
Una baja participación siempre corre a favor de los independentistas, cuyos simpatizantes son los que más se movilizan. No obstante, en este caso, han sido los votantes de izquierdas los más animados, dando a ERC 33 escaños y a la CUP otros nueve, sumando 42 diputados, frente a los 32 de JxCat. La pérdida de influencia del partido de Carles Puigdemont queda patente, tras perder dos diputados frente a 2017.
Por provincias, los independentistas han ganado en Gerona, con el 66,9% de los votos; en Lleida con el mismo porcentaje y en Tarragona, con el 54,2% de las papeles. En Barcelona, sin embargo, triunfan los no independentistas con el 52,2% de los votos.
Un victorioso Oriol Junqueras, líder de ERC, llegó sobre las 20 horas de ayer a la sede de su partido para seguir la noche electoral. Junqueras entró en la sede unos 30 minutos después del presidenciable de ERC, Pere Aragonès, que llegó acompañado de su esposa, Janina Juli, y del exconseller Raül Romeva. Romeva y Junqueras, como el resto de presos del 1-O, pusieron pasar la noche electoral con su formación porque, al tener el tercer grado, no deberán volver a prisión hasta la noche de hoy lunes.
Torra ensalza la victoria
Por su parte, el presidente de Cataluña, Quim Torra, escribió un tuit pasadas las 22 horas de la noche con el que ensalzó la victoria independentista. "Ya lo podemos decir bien claro: ¡rotunda victoria independentista!", escribía en la red social. Horas antes de conocer los primeros resultados electorales, Torra pedía a los catalanes que acudieran a votar "masivamente, por Cataluña y por la vida". El presidente de la región exclamaba: "Nos pueden inhabilitar, nos pueden reprimir, pero tenemos nuestro voto".
Finalmente, el número dos de la CUP, Carles Riera, culpó a la Junta Electoral Central (JEC) y al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de la baja participación en las elecciones catalanas por haber "forzado la máquina para celebrar las elecciones" sin atender a las recomendaciones de expertos y personal sanitario.
