Economía

El desafío de Iglesias busca reventar el gobierno para salvar Podemos

  • Las elecciones catalanas son determinantes para el futuro del Ejecutivo
  • Iglesias quiere forzar a Sánchez a expulsarle del Gobierno
  • Dirigentes socialistas apuestan ya por dar un giro al centro
Pablo Iglesias, vicepresidente segundo de España. Fuente: Reuters.

Reventar el gobierno de coalición para salvar Unidas Podemos. Esa es la lectura que algunos ministros y destacados miembros de la dirección y del grupo parlamentario socialista dan a los crecientes desafíos de Pablo Iglesias a un Ejecutivo del que forma parte, pero boicotea desde dentro, mientras apuntan que es momento ya de un giro al centro en el Gobierno.

La última y más estrambótica de las provocaciones del vicepresidente segundo, negando que en España hubiera normalidad democrática y equiparando el sistema español con la dictadura encubierta de Putin en Rusia, ha hecho rebosar el vaso de la paciencia en el seno del PSOE, donde voces destacadas piden ya la salida los podemitas del Gabinete, mientras califican a Iglesias de "desleal" y de utilizar su presencia en el Ejecutivo para "su lucro personal sin prestar atención a los intereses del Estado y de los ciudadanos". . Recuerdan en este punto que, con datos de la agenda oficial del Gobierno, Iglesias sólo ha trabajado nueve días en el mes y medio que llevamos de este año.

La vicepresidenta Carmen Calvo y las ministras de Economía, Nadia Calviño, y de Asuntos Exteriores, Rancha González Laya, encabezan esta manifestación de repudio a Iglesias, a la que se han unido numerosos dirigentes del partido como el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Rafael Simancas e, incluso, el candidato del PSC a la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, quien no ha dudado en mostrar su rechazo frontal a Iglesias y asegurar que "España es una de las 23 y más maduras democracias del mundo

Unas declaraciones, las de Iglesias, que más allá de "contextualizarse en el marco de la campaña electoral que se celebra en Cataluña", como justificaba la ministra portavoz, María Jesús Montero, responden a una campaña de erosión del Gabinete por capítulos y que tiene sus precedentes inmediatos en el acoso y derribo del ministro Escrivá y su reforma del sistema de pensiones, la nueva legislación sobre alquileres, los desahucios, el órdago de la ministra consorte Irene Montero con su estrafalario e inconsistente borrador de ley de transexualidad o la proposición de ley para derogar los tipos penales de injurias a la Corona, el enaltecimiento del terrorismo y las ofensas contra sentimientos religiosos.

Cataluña y los fondos de la UE

Toda una estrategia que fuentes próximas a la dirección de Unidas Podemos, confirman que se resume en el lema "pelea y presión", y que se acelera por las continuas caídas de intención de voto de la formación morada en las encuestas. Un máximo del 10,8% en intención de voto y 26 escaños, son el máximo que le dan hoy los sondeos a nivel nacional, 2 puntos y 9 escaños menos que los obtenidos en las generales de noviembre de 2019. Pérdida que demuestra que es Unidas Podemos quien está sufriendo el desgaste de la gestión del Gobierno, en beneficio del PSOE.

Una erosión electoral que se suma a la práctica desaparición de los podemitas en el mapa político de Galicia y el País Vasco, y que repetirse ahora en Cataluña -están estancados en torno al 6,7% de votos y 7 diputados- deterioraría en gran medida el peso de Iglesias en el Ejecutivo de Pedro Sánchez y su liderazgo en el partido. Por eso, tanto en el PSOE como en Unidas Podemos son conscientes de que el resultado en Cataluña va a ser determinante para el futuro del Ejecutivo de coalición en Madrid.

Otro aspecto que impulsa el desafío de Iglesias y Podemos es el convencimiento de que el dinero del Fondo de Reconstrucción de la UE va a venir acompañado de la exigencia de reformas y recortes en materia laboral, de pensiones y de gasto público, lo que hará imposible cumplir el pacto de Gobierno y las exigencias populistas, y no quieren aparecer como socios de unas nuevas políticas de austeridad. "Iglesias sabe que está muerto políticamente si aparece como cómplice de una rebaja en el gasto en pensiones y de mantener los aspectos fundamentales de la reforma laboral", aseguran fuentes de su entorno, quienes apuntan también al final del tándem entre Alexis Tsipras y Yanis Varoufakis en la Grecia de la crisis financiera, como analogía.

La duda está en cuando se producirá el divorcio y quién romperá primero. Iglesias quiere que sea Sánchez quien de el paso para no aparecer ante la opinión pública como el culpable de la ruptura del proyecto de un gobierno de izquierdas. Por eso tensiona al máximo, aunque espera. Por su parte Sánchez juega también a forzar que sea Iglesias quien se vaya, por idénticos motivos, aunque en círculos próximos a La Moncloa no dudan en afirmar que "cuando el Presidente vea que tiene asegurada su continuidad en el Gobierno sin Podemos, no le va a temblar el pulso" en soltar el lastre podemita.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky