Malhar Nabar, jefe de la División de Estudios Económicos Mundiales del Fondo Monetario Internacional, es el encargado de elaborar las Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) que presentó este martes la institución. En una conversación con elEconomista destaca cómo la forma en que la pandemia interactúa con las diferencias estructurales entre la eurozona y Estados Unidos "es importante para determinar la base de la recuperación".
Subraya cómo algunos países europeos, como sería el caso de España, dependen en gran medida del turismo, de los sectores de contacto intensivo y cuentan con una gran proporción de pequeñas y medianas empresas.
"España no recuperará niveles pre-Covid por lo menos hasta finales de 2022 o más allá"
¿Qué factores explican la rebaja a España de las perspectivas?
El factor clave detrás de esta rebaja es esencialmente la preocupación que rodea a la tercera ola, donde las tasas de infección han aumentado rápidamente. Es preocupante porque antes de que las vacunas empiecen a ofrecer una protección efectiva, deja a la economía en riesgo de una desaceleración a corto plazo. Pero de cara al despliegue de las vacunas, esperamos que la actividad se recupere hacia la segunda mitad del año, y que la recuperación se reanude en ese momento. La otra parte de la previsión en la que nos hemos centrado en este momento son las ayudas de la UE que se incorporan en nuestro escenario base. Nuestra previsión asume alrededor de un punto porcentual de impulso al crecimiento a partir del despliegue de los fondos de la UE en 2021.
¿Existe el riesgo de una doble contracción o recesión para España?
Se trata de un riesgo a la baja en términos de las perspectivas y que depende de cómo se desarrolle esta nueva ola de infecciones y el impacto que tenga en la actividad. Pero, por el momento, no está en nuestro escenario base.
A finales del año pasado, el FMI indicaba que España no recuperará los niveles pre-Covid hasta 2023, ¿se mantiene esta previsión?
Todavía está en ese rango. En la parte más tardía del pronóstico que barajamos en estos momentos. Observamos una gran divergencia dentro de la Eurozona. Hay partes de la Zona Euro donde las economías recuperarán los niveles anteriores al Covid mucho más tarde, hacia finales de 2022 y más allá.
Si se materializa un escenario a la baja, ¿necesitará la UE incrementar los fondos de ayuda?
Las perspectivas económicas dependen crucialmente de la carrera entre la vacuna y el virus, además de la eficacia del apoyo de las políticas fiscales para lograr que la economía alcance el punto en el que pueda normalizar la actividad. Si esos riesgos se materializaran, habría razones para proporcionar más apoyo a fin de garantizar que esta recuperación no se interrumpa. Pero también, examinar detenidamente la composición del apoyo y hacer que tal vez se centre en los más afectados, de manera que se asegure la protección de los vulnerables, que se amortigüen los ingresos de los gravemente afectados y que se proteja también el flujo de efectivo de empresas viables.
"Las perspectivas económicas dependen de la carrera entre la vacuna y el virus"
Entre los riesgos a la baja del WEO se menciona un incremento de la insolvencia y las quiebras empresariales ¿qué puede materializar este escenario?
Ha sido notable que una profunda recesión de este tipo no se haya traducido en un estrés empresarial más generalizado. Hemos visto sufrir a muchas compañías, pero dada la escala de la recesión, las turbulencias empresariales han sido menores de lo que esperábamos. Esto se debe a las políticas que han garantizado que estos problemas no se amplificaran en todo el sector y posteriormente al financiero. Si estas medidas se retiran antes de tiempo, o si la recuperación es más lenta de lo proyectado, existe la preocupación de que algunas de estas dificultades puedan empezar a materializarse en los balances cuando se enfrenten a ingresos reducidos durante un largo período de tiempo, que debiliten más sus balances. Esto dificultará el servicio de la deuda a sus acreedores y los problemas de los balances del sector empresarial podrían comenzar a migrar al sector financiero.
También se observa la posibilidad de revueltas sociales como un riesgo a la baja, ¿qué fomentaría este malestar?
Antes de la pandemia había un malestar social en muchas partes del mundo. Durante la pandemia, allá por mayo y junio, vimos un repunte de las tensiones. Ahora, existe la preocupación de que el acceso desigual a las vacunas y terapias, pueda en conducir a otra ronda de disturbios sociales. Si esto se materializara debilitaría el crecimiento, sobre nuestro escenario base.