
Las previsiones económicas del Instituto de Estudios Económicos (IEE) avanzan una contracción de la economía española del 11,3% en 2020, 14 puntos porcentuales menos que la variación experimentada en el año anterior. Para 2021, el IEE espera una "recuperación parcial", ya que estima el crecimiento del PIB en el 6%. "La reactivación económica será muy gradual y los niveles del PIB precrisis no se recuperarán hasta principios de 2023", señala en su último informe de coyuntura.
Según las previsiones del IEE, el déficit público se situará en el entorno del 13% sobre el PIB en 2020, debido al aumento del gasto sanitario y a las prestaciones a los hogares y al significativo deterioro de los ingresos públicos derivados de la pérdida de rentas y empleo. En 2021 se estima que se seguirá en niveles elevados hasta el 9,5% condicionado por los aumentos estructurales del gasto de los últimos años. Asimismo, en un momento de crisis se está apostando por inoportunas y contraproducentes subidas de impuestos que recaen sobre las empresas y que lastrarán la recuperación. En este sentido, el déficit público estructural seguirá siendo de los mayores de Europa, lo que compromete la credibilidad en la sostenibilidad de nuestro elevado, ya de por sí, endeudamiento público de cara al futuro.
La creación de empleo en 2021 se quedará en el 2,9%
Según el documento, la contracción de la demanda nacional (-10,2%), en particular, la liderada por el consumo privado (-13,8%) y por la inversión en capital fijo (-16%) serán los determinantes principales de la evolución de la producción durante el presente ejercicio, aunque el sector exterior también mostrará una aportación negativa sobre el crecimiento (-1,1 puntos porcentuales), debido, fundamentalmente, a la caída de los ingresos procedentes del turismo y a la debilidad de la industria de la automoción, que lastrarán las exportaciones.
El informe destaca que tras el impacto sobre el empleo (-7,7%) de la caída de la actividad en 2020, durante el próximo año no se producirá un crecimiento tan intenso en la creación de empleo (2,9%), entre otras razones porque los trabajadores en ERTE que vuelvan a la actividad no se verán registrados como aumento de la ocupación y las empresas están operando por debajo de su actividad productiva. "Además, la crisis puede tener un efecto más duradero sobre el mercado laboral, tanto por la destrucción de parte del tejido productivo como por las rigideces de la normativa laboral y la baja cualificación de los trabajadores más afectados por esta, que harían que la tasa de paro continuase aumentando en 2021, en torno a dos puntos porcentuales con respecto a la registrada en el periodo anterior, situándose en niveles cercanos al 19%", añade.
Reformas estructurales
El IEE pide que se unan las reformas estructurales necesarias para ayudar a elevar el crecimiento potencial, tanto en el corto como en el medio y largo plazo, que se deben de afrontar, tanto desde la vertiente macroeconómica como a nivel de estructura productiva y tejido empresarial. "Desde el punto de vista económico, caben destacar algunos desequilibrios que no son nuevos, pero que se han agudizado tras la crisis, como son la elevada tasa de paro, la consolidación presupuestaria, incluyendo la sostenibilidad del sistema de pensiones y el bajo crecimiento de la productividad", apunta el informe. "Desde un punto de vista micro, es necesario aumentar el tamaño empresarial, ganar competitividad, mejorar el clima empresarial y afrontar los cambios estructurales que se avecinan, como la digitalización y la sostenibilidad medioambiental", añade.
"Los principales retos de la economía española de cara a 2021 serán, por un lado, que los niveles de deuda y déficit no se incrementen con la misma intensidad que en 2020 y que se lleve a cabo un aprovechamiento adecuado de los fondos provenientes de la Unión Europea", indican los especialistas. "En este sentido, hay que tener en cuenta que un retraso en la llegada de los fondos o un uso inadecuado de los mismos repercutirá negativamente sobre el crecimiento previsto", añaden. "Por otro lado, habría que evitar la adopción de políticas y medidas que sean un obstáculo para la recuperación de la actividad, o que dificulten aún más la supervivencia de las empresas viables, puesto que comprometería el crecimiento de 2021 y de los años venideros", concluyen.