La esperanza sigue abierta. El negociador del Brexit de la Unión Europea (UE), Michel Barnier, ha asegurado este lunes que todavía es posible sellar un nuevo pacto comercial con Reino Unido, mientras las dos partes buscan desatascar los puntos muertos en materias como el acceso a las aguas de pesca del Reino Unido para los barcos de la UE y una normativa de competencia justa para las empresas. El esperado acuerdo podría llegar esta misma semana, según fuentes consultadas por Bloomberg.
Reino Unido y la UE acordaron el domingo darse unos días para tratar de alcanzar un acuerdo comercial esquivo, a pesar de no haber cumplido con el último de los plazos y con el objetivo de evitar una salida turbulenta a finales de mes. "Vamos a dar todas las oportunidades a este acuerdo... que todavía es posible", ha indicado Barnier a los periodistas a su llegada a Bruselas para poner al día a los enviados de los 27 países de la UE sobre las conversaciones con Reino Unido. "Un acuerdo bueno y equilibrado", puntualizó.
"Dos condiciones no se cumplen todavía. Una competencia libre y justa ... y un acuerdo que garantice el acceso recíproco a los mercados y las aguas. Y es en estos puntos donde no hemos encontrado el equilibrio adecuado con los británicos. Así que seguimos trabajando", añadió Barnier.
"Seguiremos discutiendo, estamos por supuesto distanciados en ciertos asuntos pero como dijo el primer ministro, no queremos dejar estas conversaciones"
En Londres, el secretario de Negocios británico, Alok Sharma, confesó que las partes seguían distanciadas en las conversaciones comerciales del Brexit, pero señaló que el primer ministro Boris Johnson aún quiere seguir negociando. "Seguiremos discutiendo, estamos por supuesto distanciados en ciertos asuntos pero como dijo el primer ministro, no queremos dejar estas conversaciones", señaló Sharma a la cadena de televisión Sky. "La gente espera, las empresas esperan que hagamos un esfuerzo extra en el Reino Unido y eso es precisamente lo que estamos haciendo".
El primer ministro británico Boris Johnson y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen dieron a los negociadores un plazo hasta el domingo para encontrar la manera de resolver el punto muerto en el que se encuentran los acuerdos que garantizarían a Reino Unido el acceso sin aranceles ni cuotas al mercado único de la UE.
En vista de la falta de entendimiento, el domingo ordenaron a los negociadores que continuaran hablando, aunque Johnson sonaba pesimista en cuanto a las perspectivas de un avance. "Cualquier acuerdo que consigamos con la UE tiene que respetar el hecho de que somos un país soberano, un país independiente y esa es la base sobre la que haremos un trato si hay un acuerdo que hacer", declaró Sharma.
Johnson ha reiterado su disposición a hablar con las capitales europeas en paralelo a las conversaciones con Bruselas. "Me temo que seguimos muy distanciados en algunos aspectos clave, pero donde hay vida hay esperanza, y vamos a seguir hablando para ver qué podemos hacer", ha explicado Johnson en una entrevista a Sky News.
"Reino Unido no puede estar encerrado en la órbita reguladora de la UE", ha zanjado Johnson. "Si Ursula (Von der Leyen) se ha mostrado optimista al respecto, a mí me parece genial pero, desde donde estoy, hay problemas serios y muy, muy, muy difíciles que actualmente separan al Reino Unido de la UE", ha manifestado.
El primer ministro ha reiterado que "estaría muy feliz" de hablar con otros gobiernos europeos en paralelo a las negociaciones con Bruselas, una escena que se presenta difícil después de que Angela Merkel, de Alemania, y Enmanuel Macron, de Francia, rechazasen cualquier negociación por encima de la Comisión Europea.
Los puntos de la discordia
Los asuntos fundamentales que siguen encallados son el de la pesca, la competencia justa entre las empresas británicas y europeas y el mecanismo de resolución de conflictos sobre el posible pacto. A la espera de saber si la negociación llegará o no a buen puerto, Bruselas cuenta con medidas de contingencia para el sector pesquero, las conexiones, y la seguridad aérea y el tráfico rodado.
Por su parte, el Gobierno británico tiene movilizados cuatro barcos militares que patrullarían las aguas territoriales para evitar posibles incursiones de pescadores comunitarios a partir del 1 de enero -entre otras medidas de contingencia-, si el acuerdo no se alcanzase. Si ambas partes no logran un pacto antes de que termine el año, su relación comercial se basará a partir del 1 de enero, conforme a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).