La entrada en vigor en 2019 de las nuevas bonificaciones en los impuestos de Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados incrementó el año pasado los ingresos procedentes de estos impuestos en un 8,2%. Antes de bonificarse las donaciones, en 2006, los contribuyentes realizaban en Madrid unas 4.000 al año. En 2019, los ciudadanos materializaron 50.554. Tras bonificar el impuesto, las donaciones declaradas se han incrementado en más de un 1.000%.
La consultora Freemarket rechaza la reforma fiscal del Gobierno de España pactada con Esquerra Republicana de Cataluña, que busca tumbar las bonificaciones fiscales de la Comunidad de Madrid. "Intentan configurar un modelo en el cual no solo no sea posible la competencia tributaria entre las autonomías, sino en el que sea inviable bajar los impuestos y, en consecuencia, se consolida e impulsa la tendencia a una continua expansión del gasto y del endeudamiento público autonómico", apuntan los analistas. "Al desvincular las decisiones de gasto de la obligación de elevar los impuestos para financiarlo, se impide además a los ciudadanos realizar una evaluación real del coste-beneficio entre los bienes y servicios públicos que reciben y lo que cuesta producirlos", añaden.
El último informe de Freemarket, al que ha tenido acceso elEconomista, recoge los datos macroeconómicos de las últimas décadas en la región. Según el documento, Madrid ha pasado de representar el 7,1% del total de la población en 1955 al 14,2% actual. Asimismo, también ha crecido el peso de las comunidades autónomas limítrofes con el mar Mediterráneo -como es el caso de Cataluña, Valencia y Baleares- además de País Vasco y Canarias, en detrimento de las Españas interior y peninsular.
Tal y como adelantó elEconomista, la Comunidad de Madrid es la que más aporta al Fondo de Solidaridad Interterritorial. Transfiere el 68% del total, frente al 25,5% de Cataluña o el 6,6% de Baleares, que son las otras dos autonomías que ofrecen un saldo negativo. Es decir, desde la Comunidad de Madrid se aportan 7 de cada 10 euros de los fondos que cubren el déficit del resto de comunidades autónomas y que sirven para pagar los servicios públicos esenciales de las regiones. En cuanto a su margen, en Madrid se aporta el 80% de lo que se recauda y la Comunidad de Madrid se queda con un 20% para cubrir sus gastos. Por ejemplo, en 2018 de los más de 80.000 millones de euros que recaudó Madrid (IRPF, IVA e Impuestos Especiales), solo se quedaron en la comunidad alrededor de 20.000 millones de euros. El resto, fue a solidaridad interterritorial.
Tres veces más
Si se agregan los últimos diez años Madrid ha aportado al Fondo estatal de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales 31.732 millones de euros, mientras la agregación de lo que ha puesto Cataluña es de 11.193 millones de euros. La aportación de Madrid es de más de tres veces la aportación de Cataluña y, si esto se hace en términos per cápita, cada catalán ha aportado a dicho fondo 1.471 euros en los últimos 10 años, mientras que cada madrileño lo ha hecho con 4.747 euros, es decir, un 223% más.
"El debate sobre la fiscalidad autonómica muestra la imperiosa necesidad de reformar su financiación y de avanzar hacia un modelo de federalismo fiscal competitivo que promueva la responsabilidad financiera de las comunidades autónomas e impulse la creación de riqueza y de empleo", consideran los analistas de Freemarket. "La propuesta del Gobierno tendrá efectos muy negativos a largo plazo", concluye.
Aumenta la desigualdad
"La armonización fiscal con fines igualitarios permite realizar algunas consideraciones con resultados paradójicos", destacan los analistas de Freemarket en su último informe. "Así, en las autonomías con PIB per cápita más alto, por ejemplo, el coste de la vida es sensiblemente superior al existente en las regiones con un PIB per cápita más bajo. Desde esta perspectiva, una política redistributiva encargada de garantizar a todos los españoles unas condiciones iguales o similares debería traducirse en unos impuestos más bajos en las comunidades de renta alta que en aquellas con un ingreso inferior", explican.
Los especialistas extienden este razonamiento a muchos más casos como es el salario mínimo, el ingreso mínimo vital, la cuantía de las prestaciones por desempleo, las pensiones o los salarios de los funcionarios que conduciría a una intervención total de la economía.
Mismas competencias
El informe de Freemarket asegura que calificar de "dumping fiscal" el régimen madrileño es incorrecto. "La aplicación de ese término al ámbito fiscal es inadecuada. Todas las comunidades autónomas, salvo el País Vasco y Navarra, tienen las mismas competencias y, por tanto, la capacidad de bajar o subir los impuestos que tienen transferidos", señala el documento.
"Si hay comunidades autónomas con una fiscalidad superior a la existente en la madrileña es porque así lo han decidido quienes gobiernan en ellas. Madrid puede permitirse una menor fiscalidad que otras regiones, porque ha practicado una política de contención del gasto público superior a la realizada por otras, el peso de este en su PIB es bajo y los niveles de déficit y de deuda también lo son", añaden los economistas de la consultora.
Algunas comunidades gestionadas por el PSOE han puesto en marcha medidas similares a las de Madrid. Extremadura ha pasado de ser una de las autonomías con una de las fiscalidades sobre la herencia más gravosas a tener la misma que la existente en Madrid. Cantabria, por su parte, tiene bonificado Sucesiones al 100%.