Que duda cabe de que el turismo va a ser uno de los sectores más perjudicados de la próxima campaña de navidad que está a la vuelta de la esquina. Además, sin el comercial y eficiente puente de la Constitución, y con prácticamente España entera perimetrada, las previsiones son aun más negativas. El sector habla de drama y de ruina, agravado por la falta de respuesta del Gobierno, señalan.
Este viernes, y ante preguntas de los medios de comunicación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un nuevo paquete de ayudas para paliar la grave situación de este sector. Eso sí, ni dio fechas ni se extendió en detalles, aunque hay fuentes que apuntan que dicho plan se presentará este martes tras el Consejo de Ministros.
En el fondo se trata del mismo plan que el 28 de octubre ya mencionó la ministra del ramo, Reyes Maroto. Por eso el sector desconfía de estas promesas. De hecho lleva meses poniendo el grito en el cielo por esas medidas que no llegan, y que ni siquiera han sido consultadas con los afectados.
El anterior plan que en junio dio a conocer Sánchez rodeado de seis ministros no fue del agrado de los empresarios. Entonces, tampoco contó con la participación del sector. De los 4.267 millones movilizados, el 93% eran créditos destinados a la digitalización, la sostenibilidad, la formación, un observatorio de inteligencia, y una campaña de marketing. Cantidad para los protagonistas, a todas luces insuficiente, ya que estiman que al menos hará falta una inyección de ayudas directas de 40.000 millones de euros.
El efecto de la pandemia del Covid-19 puede dejar a España a los niveles del año 1995
Sin corredores turísticos establecidos, con el bloqueo de momento a los test de antígenos o test rápidos, sin rebajas del IVA, sin otros incentivos fiscales como en el resto de la UE, sin ayudas directas, y solo con créditos, básicamente a través del ICO, se habla de pérdidas monumentales que podrían llegar a los 106.000 millones de euros -según datos de Exceltur- dejando el turismo al nivel del año 1995.
Según fuentes de las patronales del sector consultadas por elEconomista, el panorama será tan desolador -en ocupación hotelera, viajes, hostelería o restauración-, que la foto fija habla de un crecimiento "casi cero". Es decir, "una ruina" o "un desastre" en el caso del sector hotelero, y en el caso de la hostelería, "un drama" con un receso del 50%.
Frente a esta situación, las patronales de hoteles y hostelería se plantean soluciones como la práctica de los test rápidos de antígenos para atraer al turismo extranjero y nacional y dar más seguridad en la movilidad y a la economía. "En Madrid ha funcionado", recalcan.
Esta semana, Europa ha ponderado la prueba de antígenos, lo que urge -mantienen las patronales- a que el Gobierno cambie su decreto y no sean solo las PCR la única manera de poder viajar a España desde el extranjero. Y es que los antígenos -subrayan- son más baratos y más rápidos que las PCR, que son pruebas que no se hacen en todos los países de Europa. Por ejemplo, en Alemania están restringidas a personal sanitario y enfermos.
Frenazo en seco
El mejor ejemplo de la buena respuesta de los antígenos es Canarias, uno de los pocos rincones del mundo donde hay algo de turismo. Antes del decreto del Gobierno -que obliga a hacer PCR de destino y de origen- "el turismo había empezado a despegar. Los turoperadores internacionales estaban comprobando ya el aumento de demanda". Claro que, con este decreto, "el turismo -en su temporada alta- se ha parado otra vez en seco, y los hoteles que iban a anunciar su apertura, finalmente han decidido no abrir", comenta Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, CEHAT.
En este sentido, Marichal se pregunta si "¿el Gobierno tendrá algún día el famoso plan de choque prometido, o tendremos que seguir esperando a los fondos de la UE? Porque cuando venga ese dinero de los fondos -matiza el presidente de la patronal CEHAT- ya no va a haber sector".
En la actualidad, en España solo hay abiertos un 15% de los hoteles, de los cuales, solo un 10% de sus camas se abren para el viajero. En cuanto a la restauración, son pocas las Comunidades Autónomas que permiten consumir dentro de sus instalaciones, sin contar la reducción del aforo.
Hay comunidades que tienen cerrados sus restaurantes y bares, y la mayoría de los que permanecen abiertos -el 50%- cuentan solo con el espacio también restringido de las terrazas, por no hablar de los horarios con el toque de queda. Además está prohibido consumir en barras de bares y cafeterías.
La hostelería, "demonizada"
Un plan de choque urgente y de ayudas directas es lo que también pide el presidente de la Confederación de Empresarios de la Hostelería de España, José Luis Yzuel. El responsable de esta patronal alude a unas previsiones desastrosas para esta Navidad, vaticinando que a finales de año el sector va a cerrar con una caída del 50% y unas pérdidas de 60.000 millones de euros. Así pues, de momento, "situación fatal y ayudas del gobierno, cero".
"El miedo" ha tenido un papel muy importante en la demanda de estos servicios, apunta Yzuel. El miedo, y que "se ha focalizado mucho los rebrotes en la hostelería. Se nos ha demonizado, se nos culpa de todo. Nos limitan hasta en el aire libre. Y esto sin duda va a tener mucha repercusión en Navidad, porque las empresas quieren reservas, pero hay sitios donde directamente no se puede comer en el interior, y zonas de España que tienen todos sus establecimientos cerrados", explica.
Para Yzuel, en España las ayudas al turismo han sido "una propina", "a diferencia de Francia y de Alemania". Por otra parte, continúa el presidente de la patronal hostelera, nuestro país tampoco está capacitado para gestionar los fondos de la UE, por eso no se puede confiar la solución en esos fondos, porque "nosotros tenemos un problema con la gestión, el papeleo, la burocracia, los proyectos". Así que, sí, "vemos la Navidad de una manera dramática con una situación desastrosa y un plan que no llega".