
La pandemia ha supuesto una ruptura en las relaciones laborales entre empresas y trabajadores, facilitada por la irrupción del teletrabajo, que en España era una anomalía hasta el pasado mes de marzo. Ahora, con la necesidad de ampliar la distancia social y reducir las conglomeraciones en espacios cerrados, las empresas han recogido el guante de esta nueva situación y han replanteado sus planes de vuelta a la normalidad tras la pandemia. En el caso de la empresa de soluciones digitales de recursos humanos PayFit, la compañía ha planteado un modelo de teletrabajo estructural, que ya permite a los empleados de la compañía deslocalizarse durante meses, pudiendo realizar su labor diaria incluso fuera del país, eliminando los estándares de presencialidad que actualmente aún prepondera en la mayoría de las compañías de nuestro país y que se ha vuelto a poner en tela de juicio tras el regreso a las oficinas antes de la segunda oleada.
De hecho, más allá, esta segunda ola de contagios tras impasse del verano ha puesto de relieve la importancia de no recuperar de manera prematura los usos y costumbres previos al estallido de la pandemia, entre ellos la presencialidad en el puesto de trabajo. Un hecho que implica aún la necesidad de establecer límites a la movilidad y al número de personas, y con los centros de trabajo en el punto de mira ya que es uno de los pocos elementos del estado de alarma que no se ha reproducido en esta segunda ola: la recomendación o incluso obligatoriedad de teletrabajo.
En este sentido, desde la empresa de soluciones digitales para recursos humanos PayFit, han adoptado el modelo de WFA, las siglas de Work from Anywhere (Trabajando desde cualquier lugar), que no obliga a los trabajadores de PayFit trabajar desde casa si no lo desean pero que sí les permite deslocalizarse durante el tiempo deseado para seguir trabajando. "Por esta razón, nuestras oficinas en París, Barcelona, Londres y Berlín siguen abiertas para aquellos que deseen ir al trabajo todos los días. A través de esta política, cada uno de los trabajadores es libre de elegir si quiere teletrabajar y desde dónde quiere hacerlo. Por ejemplo, esto permite a los PayFiters trabajar unos meses al año en un país extranjero o vivir en otra ciudad del país en el que esté contratado, yendo de vez en cuando a la oficina, o seguir yendo todos los días", apunta Yoann Artus, Country Manager PayFit en España.
Como explica el responsable de la compañía en declaraciones a elEconomista, la estrategia que afecta a la totalidad de los empleados, "es una gran ventaja para los trabajadores contar con la flexibilidad" del modelo impuesto. "Muchos de ellos abandonarán las grandes ciudades en las que PayFit tiene oficinas para instalarse en otras zonas (por diferentes razones: familiares, económicas…). Otros muchos seguirán yendo a la oficina. Esta elección hará que cada empleado esté más satisfecho y, por tanto, la retención de talento aumentará en los próximos años (lo cual es clave dado que para una empresa tener una gran rotación es una gran pérdida de dinero)", apuntan.
Ventajas para la contratación
"Por último, otra de las grandes ventajas es que ya no tendremos que limitarnos a contratar a personas que estén en determinadas ciudades. Ahora las oportunidades de contratación han aumentado enormemente y podremos encontrar a la persona adecuada independientemente de dónde se encuentre", señala Artus sobre el nuevo horizonte que se abre en el campo de los recursos humanos.
En este sentido, explica el Country Manager PayFit en España, que algunos empleados seguirán yendo al trabajo todos los días, otros lo harán ciertos días a la semana y otros lo harán de manera esporádica. "En cualquier caso, nuestros empleados son libres de ir, por ejemplo, dos meses a trabajar desde cualquier lugar, y luego volver a la oficina. Esta política no pretende que la empresa ahorre costes con la sublocación de puestos de trabajo. Esta política aboga por un incremento de la satisfacción de todos nuestros empleados, dándoles a elegir dónde quieren vivir, desde dónde quieren trabajar y cuándo. Es decir, ahora los empleados pueden gestionar de manera más flexible sus horas de trabajo. Por supuesto, hemos instaurado reglas para facilitar las reuniones y el trabajo en equipo (aunque sea a distancia) y que cumplan con las horas establecidas en el contrato de cada trabajador", señalan al respecto
Con todo ello, explica el responsable de PayFit la importancia de diálogo entre los diferentes niveles de la compañía para llevar a cabo la medida. "Antes de aplicar esta política, hemos analizado en detalle cuáles eran los riesgos que podríamos encontrar a nivel interno. Gracias a las diferentes encuestas que hemos realizado a nivel interno, pudimos tener la certeza de que los empleados estaban de acuerdo con esta nueva forma de trabajar. No hubiéramos impuesto algo sin el acuerdo de la mayoría" apuntan recordando que se trata, no en vano, de un sistema voluntario para los trabajadores.