La victoria de Joe Biden en las elecciones estadounidenses ha sido bienvenida en Europa por el giro que traerá en la relación bilateral. Uno de los campos donde más se notará la llegada del candidato demócrata, y la salida de Donald Trump, será las relaciones comerciales.
El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, ha señalado este lunes que existen "grandes expectativas", dado que Biden quiere "regresar a posiciones multilaterales" y "resolver los conflictos del pasado"". El alemán, cuyo país preside este semestre la UE, añadió que hoy por la mañana discutirá con sus colegas europeos sobre las relaciones comerciales transatlánticas, en la videoconferencia del Consejo de Comercio.
Pero hasta que Biden se instale en la Casa Blanca en enero, las tensiones con la Administración Trump continúan. Por eso, la UE tiene intención imponer aranceles a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares (3.370 millones de euros), tal y como autorizó la Organización Mundial del Comercio el pasado mes, en respuesta a las ayudas que dio Washington al fabricante de aviones Boeing.
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión al cargo de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha confirmado este lunes que continuarán con el proceso de aprobación de aranceles. "Eso es lo que estamos haciendo".
Dombrovskis ha explicado que han intentado llegar a una solución negociada con la Administración de Trump. El acuerdo pasaría por la retirada de los aranceles que EEUU impuso a productos europeos valorados en 7.500 millones de dólares (6.320 millones de euros) el año pasado, como respuesta a las ayudas europeas a Airbus. Sin embargo, Dombrovskis ha señalado que no ha habido suerte a pesar de los numerosos intentos de Bruselas.
Ha añadido que la propuesta europea de una retirada mutua de los aranceles continuará sobre la mesa, y que suspenderán los suyos tan pronto como Washington haga lo propio. "Estaremos listos para hacerlo en cualquier momento".
Contactos "informales"
Dombrovskis ha explicado que ha habido contactos "informales" con el equipo de transición de Biden, y que han discutido tema comerciales, aunque no entró en detalles.
El proceso de aprobación de los nuevos aranceles podría suceder en los próximos días, incluyendo la bendición de los Estados miembros hoy mismo durante la videoconferencia de Comercio.
En Bruselas son conscientes de que el momento de la aprobación de estos nuevos aranceles es extraño, al darse justo tras la victoria del candidato demócrata y en medio de toda la euforia. Pero prefieren seguir adelante en este momento y ejercer sus derechos de sanción por las ayudas dadas a Boeing, dado que Trump no quiere llegar a un acuerdo, y así hacer borrón y cuenta nueva cuando Biden se ponga al frente.
Altmaier ha señalado antes de la videoconferencia con sus colegas de Comercio que quieren "regresar a una agenda positiva" en las relaciones con EEUU, y encontrar una "solución amigable" a la guerra arancelaria con el mayor socio comercial europeo, y que también salpica a otros sectores como el acero y el aluminio.
Alemania, la gran potencia exportadora europea, es precisamente uno de los países más vulnerables a las embestidas arancelarias de Trump. El presidente saliente además ha amenazado a varios países europeos con golpearles con gravámenes adicionales si aprueban la tasa digital.