Economía

La paradoja de controlar el coronavirus y sufrir el mayor golpe económico: el caso de Canarias y Baleares

  • Canarias y Baleares ofrecen el mejor escenario sanitario, y el peor económico
Locales vacíos en Palma de Mallorca. Imagen: Reuters.

Pese a que desde el Gobierno y desde entidades internacionales como la OMS se relaciona el mayor control de la pandemia con un mejor estado de salud de la economía, el coronavirus transita caminos paradójicos en los que lo verdaderamente importante radica en la cesta en la que se ponen todos los huevos en cada economía. | EN DIRECTO: todos los detalles de la evolución del coronavirus

Canarias y Baleares pueden presumir de ser los territorios que mejor aplacan el avance del covid-19 en la actualidad. Al menos, en comparación con el resto del país. La incidencia acumulada de contagios por 100.000 habitantes en las Islas Canarias no supera los 72, y el dato escala a los 237 en el caso de Baleares. No son cifras buenas, ambas rebasan los 25 contagios por 100.000 habitantes que establece la OMS para aludir a un control efectivo de la pandemia, pero los escenarios parecen maravillosos en relación a los de Navarra (1.172 contagios de incidencia acumulada), Aragón (1.106) o Cataluña (752). 

Y, sin embargo, una primera aproximación territorializada de la caída del PIB despliega una sombra sobre esta buena noticia sanitaria. Canarias y Baleares sufren el mayor decrecimiento en su economía, tanto en el mes de septiembre como en el acumulado de todo el año. Según el informe realizado por BBVA Research, la primera se deja un 21,6% de su PIB con respecto al del año pasado; la segunda, un 28,92%. Si nos detenemos únicamente en el último dato extraído, el de septiembre, Baleares se enfrenta a un número aún peor, que roza el 30% del descenso en riqueza. 

El turismo, que determina el mayor peso de las economías insulares, aplastado por el coronavirus, es el responsable de que el mejor contexto sanitario no acompañe los resultados económicos. 

La tabla que ofrece esta investigación, basada en una aproximación con indicadores regionales -el PIB regional no se publica hasta la primavera de 2021-, deja en evidencia una profunda brecha entre territorios, con más de 20 puntos de diferencia entre los decrecimientos económicos de unas y otras comunidades autónomas. En el otro extremo de la clasificación se observa la menor incidencia en la sangría del PIB en Extremadura (-6,57%), Castilla-La Mancha (-8%) y Murcia (-8,6%), cuyas economías acusan una menor dependencia del turismo y una mayor actividad del sector agroalimentario, uno de los menos afectados por la pandemia. 

Estas regiones no ofrecen una buena situación sanitaria. Según la última actualización del Ministerio de Sanidad, Murcia sostiene una incidencia acumulada de 604 contagios por 100.000 habitantes; Castilla-La Mancha, de 537; y Extremadura, de 564. Si miramos el mes de septiembre, sus caídas del PIB distan mucho de las insulares: ninguna de ellas roza el 5%. 

El informe ofrece un gráfico esclarecedor sobre cómo se comporta el PIB per capita relativo en comparación con el escenario de 2019, con los mayores declives, nuevamente, en Canarias y Baleares. 

Gráfico: BBVA Research.

El informe da forma a una realidad: pese a que resulta evidente que una mala situación epidemiológica no favorece el buen rumbo de la economía, la mejora de este primer indicador no repercute de modo proporcional sobre la actividad económica. La naturaleza del sector económico que aporta la mayor parte de los ingresos a ese territorio parece más relevante que su contexto sanitario, en todo caso. 

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