La tasa Google española, aprobada definitivamente por el Senado hace una semana, amenaza las exportaciones españolas y da pie a una guerra comercial con Estados Unidos en plena pandemia del coronavirus. El Gobierno ha lanzado este impuesto sobre los servicios digitales de las grandes tecnológicas por la vía unilateral. El Ejecutivo omite así las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ha paralizado la creación de este impuesto "global" hasta mediados de 2021.
España no ha esperado al consenso fiscal internacional de la OCDE y los analistas prevén que la respuesta de Estados Unidos, donde radican las grandes multinacionales tecnológicas, sea aumentar aranceles a los productos españoles. En diciembre, tras el mismo movimiento fiscal por parte de Francia, la Administración americana anunció aranceles por 2.400 millones de euros adicionales para productos franceses en represalia.
"Implantarla de forma unilateral es un fracaso que amenaza con guerras comerciales en plena pandemia", alerta Ángel Gurría
La Organización internacional, tras frenar las negociaciones sobre el impuesto, ha pedido a los países esperar a que den resultado sus proyectos y que haya consenso internacional. Ángel Gurría, secretario general de la organización, aseguró que sin una solución global, hay un "riesgo real" de que los países se embarquen en adoptar medidas "sin coordinación y unilaterales", como ha hecho España. A juicio de Gurría, esto es "un fracaso amenazaría con que las guerras fiscales deriven en guerras comerciales en un momento en que la economía global está sufriendo enormemente".
La postura del Departamento de Comercio americano es que la creación por parte de los pasíses de estos impuestos son discriminatorios porque se dirigen exclusivamente contra empresas americanas. "Los aranceles a Francia envían un potente mensaje frente a impuestos discriminatorios dirigidos contra las empresas estadounidenses, lo cual no lleva a la modernización del sistema impositivo global", apunta el presidente de la Asociación de la Industria de Ordenadores y de Comunicaciones, Matt Schruers. Por el momento, Washington mantiene los aranceles que impuso a la Unión Europea (UE) en un 15% para los productos de aviación civil y un 25% para los demás, entre los que se incluyen productos españoles como el vino o el aceite, por un valor total de 7.500 millones de dólares.
La OCDE frena el impuesto
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no ha logrado llegar a un acuerdo sobre el nuevo marco internacional que sustentará la nueva fiscalidad sobre gigantes digitales, por lo que ha aplazado el final de las negociaciones a mediados de 2021, según ha informado en un comunicado.
La OCDE, que coordina las negociaciones entre 135 países para alcanzar un acuerdo sobre la fiscalidad de actividades digitales, ha presentado sus propuestas de fiscalidad digital. La entidad presidida por el mexicano Ángel Gurría presentará los documentos al G20 en la reunión que mantendrán los ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales esta semana. Pese a lo extenso de las propuestas, la OCDE ha subrayado que todavía no se ha llegado a ningún acuerdo, aunque espera que sirvan de base para encauzar las negociaciones en el futuro. El compromiso de los negociadores era alcanzar una propuesta consensuada y aceptada por todos para finales de este año. Sin embargo, la OCDE estima que las negociaciones no culminarán hasta mediados de 2021.
Según los cálculos de la OCDE, su propuesta elevará los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades a nivel mundial en entre 50.000 y 80.000 millones de dólares (42.283 y 67.654 millones de euros). Si se tiene en cuenta el efecto conjunto de las propuestas con un plan fiscal paralelo de EEUU, los ingresos tributarios se podrían elevar hasta en 100.000 millones de dólares (84.567 millones de euros) al año.