Economía

Los empresarios alzan la voz ante la "negativa del Gobierno a escucharnos"

  • "Entre las empresas se ha generado una cierta sensación de abandono"
  • "En Europa los grandes ejecutivos lideran la comisión de reconstrucción"
Antonio Garamendi en la Cumbre Empresarial convocada por CEOE.

Pablo Isla (Inditex), Juan Roig (Mercadona), Ana Botín (Santander), Ignacio Galán (Iberdrola), Rafael del Pino (Ferrovial), Carlos Torres (BBVA), Jordi Gual (CaixaBank), Antonio Brufau (Repsol), Francisco Reynés (Naturgy), José Manuel Entrecanales (Acciona), Antonio Huertas (Mapfre), Luis Gallego (Iberia)... Los pesos pesados del empresariado español han alzado juntos la voz en una escenificación masiva y unánime sin precedentes para exponer al Gobierno el camino que debe seguir en la batalla contra la crisis económica y afearle algunas de las decisiones tomadas -y no tomadas- en estas semanas. Pero sobre todo para exigir que su voz sea escuchada.

Lo hacen en el marco de la Cumbre Empresarial promovida por la CEOE, un cónclave histórico en el que participan 132 representantes de todo el espectro empresarial español. Con su reivindicación en bloque asumen un protagonismo inédito en España pero que sí es habitual en los países de tradición anglosajona, donde la sociedad civil "siempre ha tenido un peso mucho mayor que en países mediterráneos como España", explica Daniel Ureña, socio fundador y presidente de MAS Consulting. "Eso hace por ejemplo que en países como Estados Unidos o Reino Unido la actividad de lobby esté totalmente normalizada e integrada en la vida institucional. En España, llevamos años de retraso, pero afortunadamente las cosas están cambiando mucho, aunque todavía queda mucho por recorrer y esta crisis es una buena oportunidad para ello", resalta.

Michavila (GAD3): "La prepotencia de los políticos ha hecho que la gestión de la crisis haya sido peor"

En la misma línea, Narciso Michavila, presidente de GAD-3, hace hincapié en que "el contexto español no tiene nada que ver con el de nuestros socios europeos, donde un importante ejecutivo preside la Comisión de la Reconstrucción Económica, y aquí la preside un político". No obstante, señala que en este tiempo de confinamiento, la imagen de los empresarios "ha ido mejorando para los españoles, si bien, en este país no existe cultura de la realidad económica". Afirma también que "las sociedades que mejor han gestionado esta crisis sanitaria-económica son los que han utilizado la fuerza social de sus empresarios y de sus trabajadores" e insiste en que "el conocimiento logístico y la flexibilidad no la tienen los políticos, sino las grandes multinacionales y las grandes empresas como se ha podido demostrar". Además, incide en que "la prepotencia de los políticos -en España y en otro países- que piensan que lo saben todo, ha hecho que la gestión de la crisis haya sido peor; y, por el contrario, donde los empresarios han tenido peso y se ha contado con ellos, la gestión ha sido mucho mejor".

Para Ureña, "las empresas deberían tener un papel mucho más activo en la recuperación económica, ya que son quienes conocen bien cada uno de los sectores, las trabas a las que tienen que hacer frente y, en definitiva, cómo crear empleo y riqueza". "Este escenario es una gran oportunidad también para que desde el ámbito político se tenga en cuenta la experiencia del mundo empresarial y que trabajen como aliados y no como adversarios, como demasiadas veces ocurre", apunta.

Núñez (Seopan): "Las empresas deberán protagonizar la reconstrucción económica y recuperación del empleo"

Los empresarios españoles levantan la voz después de haber demostrado, defienden, su responsabilidad en la crisis sanitaria. "Las empresas hemos arrimado el hombro para ayudar a combatir los efectos de la pandemia, a nivel sanitario, económico y de empleo", señalan desde una de las compañías del Ibex 35 que toman parte de la Cumbre. Ahora demandan medidas específicas para los sectores, aunque comunes en muchos casos, pero también generales, que buscan no ya solo la adopción de decisiones contundentes y claras, sino también ahuyentar las tentaciones de modificar aquello que, a su juicio, sí funciona, como la reforma laboral. "La prioridad inmediata es preservar el tejido empresarial y el empleo mediante el apoyo decidido a las empresas, pues son las que deberán protagonizar la reconstrucción económica y recuperación del empleo", advierte Julián Núñez, presidente de Seopan.

Alejados en su mayoría de la beligerancia política, pero sin tapujos a la hora de expresar lo que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal, los empresarios reclaman su papel trascendental en la recuperación de una crisis que coinciden en que será "muy dura", máxime en un contexto en el que desde una parte del propio Ejecutivo -los miembros de Podemos- existe una tendencia a "demonizar a las empresas".

Zamácola (Ecotex): "Los empresarios estábamos tardando en movilizarnos, pero era urgente una respuesta"

Empresarios que acostumbran a alejar sus manifestaciones del ámbito reivindicativo han dado un paso al frente para hacer ver al Gobierno la trascendencia del momento y denunciar una sensación de "abandono". Eso sí, lo hacen sin ánimo de confrontación. "No nos enfrentamos al Gobierno, ni mucho menos, solo necesitamos que se haga más y que, a nivel europeo, se vigilen las ayudas de Estado, ya que se está vulnerando el libre mercado de la competencia", señalan desde otra de las empresas presentes en la Cumbre.

No existen antecedentes de una movilización tan notoria, ni siquiera en los peores envites de la crisis financiera de 2008. Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, reconoce que "los empresarios estábamos tardando en movilizarnos, pero la gravedad de la situación es tal que era urgente que hubiera cuanto antes una respuesta". Según dice, "aunque hasta ahora siempre hemos sido precavidos a la hora de pronunciarnos, es necesario que se hable porque las medidas que se están tomando así lo requieren".

Confusas y tarde

El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, explica que si han decidido por primera vez levantar la voz es "porque nunca habíamos vivido una situación como ésta, con tres meses de parálisis y el país en una situación tan grave como la que está, perjudicando tanto a las grandes como a las pequeñas empresas". Según Yzuel, "la cumbre empresarial es un contrapunto a esta situación" y sirve para que los empresarios puedan decir lo que piensan ante "la negativa del Gobierno a escucharnos".

Lo hacen por la propia peculiaridad de la crisis que, como explica Juan Lazcano, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), "es una crisis de actividad, un círculo vicioso donde no ha habido oferta ni demanda". Y, ante ella, "no puedes actuar por la vía de los ingresos, sino por la vía del gasto, porque hay liquidez en el mundo financiero y hay mucho margen de actuación por parte de los bancos centrales", explica para contextualizar la unión tan "potente" que ha surgido entre los empresarios. Una voz al unísono para orientar al Gobierno en su desempeño en un escenario en el que además, y frente a lo ocurrido en recesiones pasadas, "se trata de una crisis global" que limita las opciones de recurrir al exterior. La financiación avalada por el ICO y los Ertes son pasos valorados por las empresas, pero "falta el empujón de la inversión, que significa gastar pero con eficiencia", subraya Lazcano.

Lamo de Espinosa (Anci): "En ocasiones la política económica es confusa, retrasada, con mensajes a veces peligrosos"

A la conciencia común de que "solo se puede atajar esta crisis por el lado del gasto" se suma la existencia de "una cierta sensibilidad por ver que los primeros que tienen que ponerse al frente lo que hacen es crear un ambiente político que está muy crispado", explica Lazcano. "Está mucho en juego y necesitamos actuar con rapidez", recalca.

"El Gobierno y las restantes fuerzas políticas deben escuchar las propuestas de las empresas entre las que se ha generado una cierta sensación de abandono", lamenta Núñez. "En estos momentos, es más necesario que nunca apelar a la unidad de nuestros políticos para que centren todo su esfuerzo en la solución de los problemas de los ciudadanos y no malgasten su energía en otras cuestiones ajenas al interés general", apostilla.

"Estamos en un momento crucial, en el que no sabemos si saldremos de la crisis en V, en U o en L... y, además, en ocasiones la política económica es confusa, retrasada, con mensajes a veces peligrosos y no favorables para algunos sectores clave de la economía española", asegura Jaime Lamo de Espinosa, presidente de Anci y catedrático de Economía. Por todo ello, "parece lógico y oportuno que las asociaciones y grandes empresas del país, que tienen una visión global, adviertan y le digan al Gobierno cómo creen que se debe salir de esta crisis de la pandemia, sin rebrotes negativos o confinantes". "No estamos ante una crisis más. Hay que ser muy sensatos con el gasto, porque estamos llegando a unas cifras de deuda imposibles, a un déficit exagerado y, además, nos van a poner condiciones muy severas para recibir fondos europeos. La Comisión Europea nos ha advertido ya de que no se toque la reforma laboral. Y habrá más advertencias...", abunda.

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