El Gobierno ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros un real decreto por el que se incorporará a parados e inmigrantes para paliar la falta de mano de obra en el campo en un contexto marcado por la crisis generada por la pandemia del coronavirus, tal y como ha informado el ministro de Agricultura, Luis Planas. Coronavirus, última hora, en directo.
Planas ha asegurado que el criterio principal será la proximidad: los trabajadores deberán ser del término municipal o colindantes para evitar largos desplazamientos. Estos trabajadores deberán ser, en orden de prioridad, desempleados, los que disfrutan de subsidios, rentas agrarias o prestaciones por desempleo que podrán ser compatibilizadas y extranjeros con permiso de residencia. La única excepción a esta compatibilización es la de las ayudas económicas a causa del coronavirus, como las de despidos por ERTEs.
Planas ha reducido el número de trabajadores que necesita la agricultura española a entre 75.000 y 80.000. El dato anterior, que los estimaba entre 100.000 y 150.000, se refería al número total de contratos, ya que un mismo empleado puede tener varios a lo largo de la temporada. Estos contratos, en todo caso, serán por escrito, con salarios de convenio o SMI y con el abono mediante transferencia bancaria.
Planas ha insistido en que el funcionamiento de la cadena alimentaria ha sido "correcto" y la situación "de práctica normalidad", pero ha justificado estas medidas en la existencia de problemas derivados de la acción del estado de alarma por la restricción de movimientos que afecta muy seriamente al mundo agrario por las tareas de carácter estacional: "Desde la segunda quincena de marzo hasta finales de septiembre se realizan numerosas tareas agrícolas de aclareo, recogida o manipulado de frutas y hortalizas".
El propio Planas ya avanzó la semana pasada la necesidad de decenas de miles de trabajadores para hacer frente a la recogida de las cosechas de las próximas semanas. Planas también confirmó que estaba abordando este asunto con las organizaciones agrarias, las comunidades autónomas y el Ministerio de Trabajo para ver qué medidas adoptar para encontrar una solución satisfactoria a la escasez de mano de obra en el campo tras las restricciones de movimiento para frenar la expansión del coronavirus.
Vrias organizaciones agrarias han reclamado en los últimos días medidas del Gobierno para poder hacer frente a la recogida de las próximas semanas. Desde COAG han afirmado que el campo necesita de forma urgente "bastante mano de obra" para iniciar la campaña de recogida de fruta de hueso y, hasta hace pocos días, sólo tenían cubierta el 60% de la necesaria.
Aragón, Cataluña, Murcia y Extremadura son las principales regiones productoras de fruta de hueso (cerezas, nectarina, melocotón, albaricoque o paraguayo). Por ejemplo, el año pasado en Aragón contrataron para esta campaña en torno a 30.000 personas, el 85% de origen extranjero y el 15% obra de mano nacional.
Por su parte, las asociaciones de productores de fruta de hueso integradas en Fepex han alertado también de la falta de mano de obra temporal para las tareas de aclareo y recolección, que comienza en breve, y han trasladado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación propuestas para resolver este "grave" problema, consecuencia de la crisis del coronavirus.
En las próximas semanas comienzan trabajos de "aclareo" y de "recolección" de diversas especies frutícolas en todas las zonas de producción de Andalucía, Murcia, Extremadura, Aragón y Cataluña y no hay perspectivas de mano de obra suficiente por el cierre de las fronteras y la ausencia de trabajadores inmigrantes que trabajan en la recolección.
Por ello, han pedido al Ministerio de Agricultura medidas para resolver este problema, entre las que se encuentra facilitar el tránsito de personal para trabajar entre las diferentes zonas en España.