
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, trabaja en una "reformulación" de los subsidios agrarios que apunta a un aumento de las ayudas de los jornaleros del campo.
La titular de Trabajo avanzó en la reunión de este martes con las organizaciones agrarias que una de las medidas que pondría en marcha era la de "reorganizar" los subsidios, aunque no concretó más. El miércoles, Díaz reiteró la necesidad de "eliminar las desigualdades" que se viven en el sector agrario. "Es poco lo que podemos hacer desde Trabajo, pero en la medida en la que podamos daremos estabilidad al empleo agrario, con medidas como la reformulación, racionalización y redefinición de los subsidios".
Fuentes del Ministerio de Trabajo citadas por Europa Press calificaron de "desastre" la situación en la que se encuentran las peonadas y los subsidios en España y en esos mismos medios se recordó a elEconomista que "el fortalecimiento de los subsidios por desempleo es uno de los puntos del acuerdo programático entre Unidas Podemos y el PSOE", lo que apunta a un incremento de las ayudas que reciben los jornaleros o a una flexibilización para acceder a ellas.
De hecho, esta última opción ya fue aprobada la pasada semana en la polémica reunión que mantuvo Díaz con el vicepresidente Pablo Iglesias y los sindicatos UGT y CCOO. En esa ocasión, se decidió la reducción de 35 a 20 las peonadas (días trabajados) necesarias para acceder a los subsidios del antiguo PER, que permite cobrar una ayuda de 430 euros durante seis meses. La medida fue de "carácter coyuntural" ante la reducción de demanda de trabajo para los temporeros por los problemas meteorológicos en el campo.
La ministra se refirió también a otras medidas para mejorar la estabilidad de los trabajadores agrarios, en este caso a través de bonificaciones "condicionadas a cambiar el modelo de trabajo en el campo, incidiendo en el impacto de género, potenciando los contratos fijos discontinuos y devengando prestaciones de empleo, entre otras medidas".
Medida ya antigua
La bonificación para convertir a los trabajadores eventuales en fijos es en realidad una medida que el Gobierno ya puso en marcha el año pasado, a través del Real Decreto 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo.
La iniciativa permitía que las empresas que transformen contratos de trabajo de duración temporal en fijos-discontinuos de benefician de bonificaciones en la cuota empresarial por contingencias comunes a la Seguridad Social.
Este modelo, sin embargo, es rechazado por el sector agrario y de hecho ha fracasado desde que se puso en marcha. Desde Asaja Sevilla se asegura que "es una medida voluntarista muy difícil de aplicar en el campo español, con unas peculiaridades muy difíciles y variadas que no se pueden cambiar en función del Gobierno que entre".
En este mismo sentido, el presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, aseguró que "la ministra no sabe lo que es un eventual ni lo que es un fijo-discontinuo. Que se lea el Estatuto de los Trabajadores". "Hay eventuales que no pueden ser fijos-discontinuos porque un año trabajan en determinadas campañas pero al siguiente nos les interesa. Por ejemplo, pueden estar recogiendo en Murcia una determinada producción y al año siguiente en esas mismas fechas están en Huelva y no te vienen".
Ángel García Blanco, auténtico alma de las protestas agrarias en la comunidad de Extremadura, asegura que tras la reunión del martes "el Gobierno sigue siendo el camarote de los hermanos Marx. No son capaces de fijar en un solo ministerio la coordinación y la interlocución con el campo". Para el dirigente agrario extremeño, el vicepresidente de Derechos Sociales y Agendo 2030, "Pablo Iglesias sigue con su demagogia barata y se ha hecho el capitán, pero del Titanic".