Economía

La reforma laboral, clave de la recuperación para la UE, Berlín y el FMI

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.

La intención del Gobierno de coalición de terminar con los cambios introducidos por las pasadas reformas laborales no suenan bien fuera de España. Las modificaciones introducidas por el Gobierno del PP, sobre todo la vuelta de tuerca de 2012 en el peor momento de la crisis, han sido constantemente ensalzadas en Bruselas, Berlín y en Washington, entre otras capitales. Más aún, se animó a que se continuara con el esfuerzo renovador para reducir el elevado desempleo.

Los comentarios positivos por parte de la Comisión Europea han sido constantes durante los pasados años. En el último informe sobre nuestro país, la Comisión valoró que "la expansión económica ha estado acompañada por una robusta creación de empleo, respaldada por el impacto de las reformas del mercado laboral y la moderación salarial." La excomisaria de Empleo, Marianne Thy-ssen, invitó a España a que avanzara con las reformas.

Un mensaje similar llegó desde el FMI. El Fondo, con sede en Washington, valoró las reformas estructurales, incluida la laboral, como parte de los esfuerzos que contribuyeron a rebajar los desequilibrios en la cuarta economía del euro. La institución animó a España hace dos años a "avanzar con nuevas reformas estructurales del mercado de trabajo".

Desde el Gobierno alemán, su anterior ministro de Finanzas, el influyente halcón Wolfgang Schäuble también elogió en varias ocasiones a nuestro país por las reformas en este campo. "España ha hecho un muy buen trabajo en los últimos dos años", dijo en 2014.

Desde fuera, la creación de más de dos millones y medio de empleos durante la recuperación son prueba suficiente de que las reformas han funcionado. Sin embargo, en la Comisión también preocupa la segmentación entre contratos fijos y temporales, además de la precariedad laboral, que se ha visto agravada en parte por algunos de los cambios introducidos.

El Ejecutivo comunitario también ha opinado en varias ocasiones sobre el aumento del salario mínimo interprofesional. En el último informe sobre nuestro país, señaló que el aumento hasta los 900 euros "superaba la esperada aceleración moderada de los precios y de la productividad laboral para 2019" y acercaba el ratio de media y mediana española con este salario a los ratios europeos, desde uno de los más bajos.

Eso sí, el documento de la Comisión se hacía eco del informe del Banco de España, que pronosticaba un impacto negativo del 0,8% sobre el total del empleo.

La subida del salario mínimo fue mejor recibida en otros organismos como la OCDE. Su secretario general, Ángel Gurría, señaló que el aumento acercaba a nuestro país a la media de los países de la organización en cuanto al porcentaje que representa el mínimo respecto de los salarios promedio, ya que se encontraba en los escalafones inferiores.

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