
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, informó en una misiva al representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, que cualquier decisión por parte de Washington de imponer aranceles "altamente desproporcionados" como respuesta a la tasa digital aprobada el año pasado por Francia, contará con el contraataque de Bruselas. La carta, fechada el pasado 3 de enero, advirtió que si EEUU decidiera imponer sanciones comerciales contra la UE por el Impuesto Digital a los Servicios Digitales galo la decisión "afectaría profunda y duraderamente la relación transatlántica, en un momento en que debemos permanecer unidos".
Al respecto, Le Maire dejó claro que Francia está en contacto con la Comisión Europea y otros estados miembros sobre este asunto, con los que contempla "las distintas opciones para defender nuestros derechos comerciales de forma determinada y proporcionadas, como hemos hecho en el pasado". El ministro de Finanzas francés se reunirá con el comisario comercial de la UE, Phil Hogan, este martes por la mañana en París, para discutir las opciones sobre la mesa.
Esta situación tiene lugar después de que, en diciembre, la Oficina del Representante Comercial de EEUU anunciara su intención de imponer un gravamen de hasta el 100% sobre bienes galos, por valor aproximado de 2.400 millones de dólares. Esto supondría tasar aproximadamente algo menos del 5% de los 52.000 millones de dólares en productos franceses que llegaron a EEUU en 2018.
El impuesto galo se aplicará retroactivamente desde el 1 de enero de 2019
La decisión, avalada por la Sección 301 de la Ley de Comercio, la misma que respalda los aranceles a China, supone una represalia al impuesto del 3% sobre los ingresos de los servicios digitales, la conocida como Tasa Google, aprobada el 24 de julio en Francia.
El representante comercial de EEUU tiene previsto celebrar una audiencia pública este martes para conocer cómo sopesan las compañías estadounidenses la respuesta de Washington al impuesto digital galo. Compañías como Airbnb, Amazon, Expedia, Facebook, Google, Microsoft, Salesforce, Stripe y Twitter ya han mostrado su total desacuerdo con el nuevo impuesto francés, dirigido a las tecnológicas que obtienen al menos 750 millones de euros en ingresos anuales a través de "actividades digitales". El impuesto se aplica retroactivamente desde el 1 de enero de 2019 y recaudará aproximadamente 500 millones de euros al año.
De no alcanzarse cierto consenso, las tensiones transatlántica no harán más que aumentar, dado que otros países como Italia, Reino Unido, Austria o Turquía sopesan impuestos digitales similares al ya aprobado por Francia.
Además, esta previsto que una delegación china viaje a Washington el 13 de enero para firmar la anticipada Fase 1 de un acuerdo comercial con EEUU, reportó el domingo el diario South China Morning Post. El equipo, que estará liderado por el viceprimer ministro Liu He, tenía previsto viajar a comienzos de este mismo mes, pero cambió sus planes cuando Trump anunció la firma del acuerdo para el 15 de enero.