
Los empresarios españoles miran con cierto escepticismo el horizonte más cercano, ante la inminencia de un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Al menos esto es la lectura que se desprende de la evolución mensual del Índice de Confianza Empresarial, publicado por el INE, en nuestro país, que retrocede a niveles registrados en el segundo mazazo de la crisis económica, allá por 2012, y las valoraciones tanto de CEOE -la principal patronal de España- y Cepyme sobre los planes del Ejecutivo para la nueva legislatura.
"Antes de subir impuestos en general para cuadrar las Cuentas públicas, es necesario revisar la eficiencia del gasto público y reforzar la lucha contra la economía sumergida. A partir de ahí, es necesario partir de un diagnóstico cierto de lo que pagan las empresas", reclaman desde la CEOE, ante la eventual aprobación de medidas que estudian PSOE y Unidas Podemos, como el incremento del impuesto de Sociedades.
Así, la confianza de los empleadores se ha ido reduciendo paulatinamente durante el último año, coincidiendo con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, pero más allá, llama la atención el desplome registrado en el último mes, justo cuando se ha confirmado la intención del PSOE de conformar un Ejecutivo con el concurso de Unidas Podemos y con su líder, Pablo Iglesias, como vicepresidente para los próximos cuatro años.
"Cualquier incremento fiscal repercutirá en un mayor deterioro de los márgenes de las empresas, pérdida de competitividad y destrucción de empleo y, en el caso de las pymes, pondrá en riesgo la propia supervivencia de muchas de estas compañías", añade al respecto el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, al respecto.
En este sentido, el indicador de confianza se desplomó un 2,9% en el cuarto trimestre de este año en relación al trimestre anterior. Este retroceso de la confianza es el más pronunciado en cualquier trimestre desde 2013, cuando el INE empezó a elaborar este indicador.
Crece el número de pesimistas
Este retroceso de la confianza es el más pronunciado en cualquier periodo desde el cuarto trimestre de 2012. El descenso de la confianza empresarial, registrado entre octubre y diciembre, se debe al empeoramiento tanto del indicador de situación actual como el de expectativas. En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en -2,7 puntos, frente al avance de 4,7 puntos registrado en el trimestre anterior.
Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será desfavorable entre octubre y diciembre de este año se ha situado en el 19,4%, cifra superior a la del trimestre anterior (16,7%). "La reforma laboral ha contribuido de manera evidente y positiva a frenar el proceso de destrucción de empleo en los difíciles momentos económicos recientes y está permitiendo que, una vez iniciada la recuperación, el ritmo de creación de empleo se haya intensificado, incluso con incrementos de PIB inferiores al 2%", defiende Cuerva sobre eventuales cambios en la ley que rige el mercado laboral añadiendo que la subida del SMI será contraproducente para la economía provocando incrementos salariales en cascada y efectos negativos en la generación y mantenimiento del empleo, además de un aumento de la economía sumergida
Además, el 7,6% de las empresas en España declaró en el segundo trimestre de 2019 que preveía reducir su plantilla en un año, frente al 4,6% que afirmó hacerlo el año anterior, según la Encuesta Laboral Anual correspondiente a 2018 elaborada por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y publicada esta misma semana.
De hecho, según el INE, la cifra de negocios de las empresas subió un 0,1%, ocho décimas superior a la del mes anterior, si bien refleja un avance plano del sector de desarrollo empresarial. El comercio elevó sus ventas mensuales un 0,9% y la industria, un 0,1%, frente a los descensos en la facturación del suministro de energía y agua (-2,7%) y de los servicios (-0,1%).
Contagio desde Europa
Sin embargo, la situación que hoy acosa la moral de los empleadores en nuestro país a golpe de soflamas sobre el nuevo Ejecutivo que en muchos casos no regalan los oídos de la patronal, no solo se debe a la inestabilidad política doméstica.
Concretamente, el clima económico mundial se deterioró de nuevo al caer el indicador Ifo de -10,1 a -18,8 puntos en el cuarto trimestre de 2019, según el Instituto de Investigación Económica Ifo de Alemania. El indicador Ifo llegó a su nivel más bajo en 10 años, debido a que la evaluación de la situación actual, así como las expectativas entre los expertos económicos, ha "disminuido de manera significativa", de acuerdo con el instituto con sede en Munich.
"La economía global continúa enfriándose" señaló Clemens Fuest, presidente del instituto Ifo, asegurando que las evaluaciones de la situación actual eran "particularmente desfavorables" en los mercados emergentes. Para las economías avanzadas, la tendencia negativa se concentró en Estados Unidos, puesto que los "cálculos para los meses próximos en particular disminuyó".
Los consumidores se retraen
En el otro lado, según la última oleada del CIS, la confianza del consumidor cae en el último trimestre a niveles de 2013, cuando España comenzaba a ver la luz al final del túnel de la devastadora crisis, contagiado por el menor dinamismo de la economía y el pesimismo de los empleadores.