Economía

El Banco de España mantiene su previsión de crecimiento pero alerta de que las palancas de expansión se desvanecen

  • La demanda embalsada está agotada y habrá menor apoyo del crédito
  • La revalorización de las pensiones empuja la desviación del déficit
  • Estima que durante el último trimestre el PIB crece al 0,4%

El Banco de España confirma la desaceleración de la economía española hasta 2022 sin modificar sus anteriores previsiones de septiembre, cuando realizó un fuerte recorte para este año de cuatro décimas. Según las proyecciones del organismo, el PIB frenará su expansión al 1,7% en 2020, seguirá enfriándose al 1,6% y al 1,5%, respectivamente para 2021 y 2022. Los expertos de la institución alertan de que la economía tendrá que seguir impulsándose con la demanda embalsada agotada, con un menor apoyo del crédito y sin la aportación positiva del exterior.

El Banco de España no modifica el panorama de desaceleración para la economía española en los próximos años. En sus proyecciones hasta 2022 dibuja un lento declive al concluir el período, que en buena parte ya estaba incluido en las previsiones de septiembre, y abunda sobre las razones por las que el PIB pierde impulso. La fase expansiva se seguirá apoyando en la mejora de la situación financiera de hogares y empresas, así como en la postura del BCE de seguir estimulando la economía europea, pero se perderán las palancas que han permitido a España crecer por encima del 2% desde finales de 2014.

Previsiones Banco de España

Por un lado, el informe apunta que existirá un "cierto debilitamiento de los flujos de nuevo crédito concedido a los hogares para financiar su gasto en bienes y servicios". A pesar de que los tipos de interés se mantendrán en territorio negativo, los bancos prevén una menor demanda en los créditos de empresas y familias. Esta situación parece apuntar a la finalización del proceso de absorción de la demanda de bienes duraderos acumulada durante la crisis, indicen los expertos. Aluden a la demanda embalsada que ha impulsado el consumo desde 2014.

Durante los años de crisis, las familias retrasaron sus decisiones de compra ante la mala situación económica y con la recuperación las desbloquearon adquiriendo coches, lavadoras, ordenadores o frigoríficos. Esta circunstancias propició un aumento de la demanda de la demanda interna con un crecimiento en la demanda de crédito y una caída en la tasa de ahorro de las familias. 

Las familias se muestran cada vez más cautelosas y se ve reflejado en el repunte del ahorro

Ahora el escenario se ha dado la vuelta. Con el desvanecimiento de este efecto, el dinamismo de la demanda interna estará limitada en un futuro, señala el informe. Este punto de vista se ve refrendado por el repunte de los ahorros de los hogares desde sus mínimos registrados a principios de 2018. "Esta reflejando una actitud más cautelosa de estos agentes en relación con sus decisiones de gasto", indica el informe. La menor aportación se producirá pese a que el mercado exterior, tras su debilitamiento reciente se está recuperando progresivamente, mientras se reducen los riesgos del Brexit y de la guerra comercial.

Para el actual trimestre en curso, el Banco de España informa de que la economía española mantiene un ritmo de crecimiento similar a la del tercer trimestre cuando el PIB avanzó un 0,4% intertrimestral.

Pese a la desaceleración, el Banco de España, destaca que el ritmo de avance de la economía española seguirá superando la tasa de crecimiento potencial hasta 2022, lo que seguirá permitiendo absorber el elevado volumen de desempleo. El Banco de España ha elevado ligeramente la tasa paro esperada a final de año al 14,3% desde el 14,1%.

La creación de empleo se ralentiza en paralelo al enfriamiento de la economía 

"La moderación gradual de las tasas de crecimiento del producto que se anticipa a lo largo del horizonte de proyección se traducirá en una disminución progresiva del ritmo de creación de puestos de trabajo en comparación con el observado en los últimos años", señala, a la vez que subraya que el aumento de la ocupación permitirá que la tasa de paro siga descendiendo, aunque a un ritmo menor que el observado en los años anteriores. Para 2020 la tasa de desempleo se eleva a 13,6 desde la anterior previsión del 13,2 y para 2021 al 13% desde el 12,8%. Al final de 2022, la tasa de paro se situaría en el 12,5% de la población activa.

Fuente: Banco de España

Sobre el déficit previsto, el Banco de España predice que a final de año terminará al 2,5%, muy por encima del objetivo del 2% previsto por el Gobierno y varias décimas más previsto por instituciones como la Comisión Europea. Para los siguientes años, el organismo cree de un aumento de dos décimas adicionales en 2020 y 2021, hasta el 2,1% y el 1,8%, respectivamente. El Banco de España culpa a la revalorización de las pensiones alejada del 0,25% prevista por la última reforma de las pensiones y que ha dejado de aplicarse desde el año pasado.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky