
El procés está teniendo impacto en la economía catalana, sobre todo desde el 1 de octubre de 2017, tras el referéndum ilegal en Cataluña. Desde esa fecha, un gran número de empresas ha trasladado su sede desde la región a otras comunidades autónomas de España, principalmente Madrid. CaixaBank, Banco Sabadell o Naturgy han sido algunas de las compañías más importantes que han decidido trasladar su sede social a otra parte. Según cifras ofrecidas por Informa, con datos hasta septiembre, en 2019 se han ido de Cataluña un total de 664 empresas, mientras que 454 se establecieron en la comunidad, con algunos retornos, como el de Agbar o Bayer CropSciences, pero el saldo es negativo. Empresas y patronales están de acuerdo en que este clima de incertidumbre política, tensión y, en las últimas semanas, también de bloqueo de la movilidad, perjudica a la economía catalana. No obstante, para algunas compañías, el procés ha ido tan bien que incluso les ha permitido crecer.
En este saco entrarían las compañías pro-independencia, aquellas que la apoyan públicamente, o están a favor del derecho a decidir, y las que han mantenido su sede social en la región. Por todo esto, se han ganado el favor de los clientes más comprometidos con la independencia. Compañías como Petrolis Independents, del empresario Joan Canadell, actual presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, o Caixa d'Enginyers, que vio como crecían las altas de socios de la cooperativa de crédito tras los acontecimientos del 1-O de 2017 y el anuncio de bancos como Sabadell y CaixaBank de irse de Cataluña, se han visto beneficiadas del proceso soberanista catalán.
Las cifras así lo demuestran. Según el balance publicado por Caixa d'Enginyers, en 2018 sus ingresos crecieron un 7,65% respecto a 2017 hasta conseguir 6.190 millones de euros. Asimismo, incrementó sus socios hasta los 187.000, un 16,63% más que el año anterior. Si se echa la vista atrás, se puede comprobar que la cooperativa cerró 2017 con cifras igualmente positivas, ingresando 5.750 millones de euros, un 5,39% más que en 2016, y terminando el año con 160.412 socios, un 12,49% más que el ejercicio anterior. El apoyo sobre la cooperativa es tal que este noviembre cerró una ampliación de capital por valor de 31,98 millones de euros, una cifra un 128% por encima de los 24,96 millones que pretendía conseguir para aumentar un 15% sus fondos propios y abordar sus retos de crecimiento.
Lo mismo ocurre al comprobar los resultados de otras empresas favorables a la independencia, como la citada Petrolis Independents, Catgas, Parlem Telecom o el Grupo Bon Preu. En el caso de la compañía de Canadell, que incluye la estelada en su logotipo, el resultado del procés es un incremento sostenido de sus ingresos y sus beneficios. En ese sentido, en 2016 cerraba con una cifra de negocios de 8.104.484 euros, en 2017 hacía lo propio con 9.015.973 euros y, en 2018, terminaba ingresando 9.764.218 euros. Tras impuestos y demás pagos, su beneficio neto se incrementó desde los 42.623 euros registrados en 2016, hasta los 48.108 euros de 2018, pasando por los 44.073 de 2017.
Más llamativo aún es el caso de Catgas, que cuenta incluso con el lazo amarillo en el logotipo de su página web. Mientras en 2015 cerraban con unos ingresos de 1.083.963 euros, en 2018 ingresaron 9.750.000 euros. La energética catalana ha ido experimentando importantes subidas en su cifra de negocios, sobre todo a partir de 2017. En términos de beneficios, pese a reducirse sus ganancias en 2016 frente a 2015 -cerró con 41.442 euros en 2016 y con 50.070 en 2015-, en 2017 ganó 94.989 euros.
Cambiando de sector, el Grupo Bon Preu, que gestiona las cadenas de grandes superficies Bonpreu, Esclat y EsclatOil, gasolineras low cost, ha crecido a dobles dígitos desde el referéndum. La compañía cerró 2017 con una facturación de 1.119 millones de euros, una cifra que supone un 11,4% más que la de 2016. En 2018, el Grupo Bon Preu mejoró aún más sus resultados, al cerrar con una facturación total de 1.347 millones de euros, un 12,4% más que el ejercicio precedente.
Parlem Telecom, nacida en 2014, prevé entrar en beneficios este año y alcanzar 10,5 millones de euros de facturación, tras haber ampliado capital por valor de 1,5 millones de euros, y, para 2020, espera ingresar 14 millones, ya siempre consiguiendo beneficios.
Pero frente a estos pequeños triunfos de empresas locales, la economía catalana general ha ido perdiendo fuelle y ha dejado de ser el motor económico de España. En el tercer trimestre, la Comunidad de Madrid la ha superado en PIB.