
¿Cuando pensamos en trabajo de calidad qué es lo primero que se nos pasa por la cabeza? Contratos duraderos, una buena remuneración salarial y una jornada laboral confortable (buen horario, flexibilidad, etc.). Sin embargo todos estos elementos hacen referencia a una realidad estática y no incorporan consideraciones dinámicas, tan relevantes a la hora de analizar el mercado laboral como sería la posibilidad de ascender profesionalmente.
Según el último informe de Asempleo la desaceleración del mercado de trabajo ha reducido la probabilidad de ascenso de los trabajadores temporales, a pesar de que sigue siendo el doble que la de los trabajadores indefinidos. Además, los colectivos más vulnerables muestran una menor probabilidad de ascenso profesional, con independencia de la duración de su contrato de trabajo.
Los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre confirman el proceso de desaceleración que está experimentado el mercado de trabajo español, mostrando el ritmo más lento de creación de empleo de los últimos seis años. A pesar de esta dinámica negativa, los datos muestran que la probabilidad de ascenso de los trabajadores indefinidos ha aumentado respecto al año pasado, pasando del 0,5% en 2018 al 0,7% en 2019, si bien se mantiene en niveles sensiblemente inferiores a los alcanzados en el año 2007 (1,5%).
Por otro lado, los datos muestran que la probabilidad de ascenso de los trabajadores temporales duplica a la de los trabajadores indefinidos. A pesar de ello, los trabajadores temporales han visto menguar su probabilidad de ascenso profesional, que se sitúa en el 1,3%, dos décimas por debajo de la del año pasado, y seis décimas por debajo de la alcanzada en el año 2007.
En este sentido, se aprecia que la desaceleración de la economía y del mercado de trabajo ha tenido un mayor impacto entre el colectivo de trabajadores temporales, históricamente más sensible y vulnerable ante las fluctuaciones económicas.
¿Dónde hay más posibilidades de ascenso?
La caída en la probabilidad de ascenso es más intensa entre los trabajadores que pasan de una ocupación básica a una media (de 0,89% en el 3T18 al 0,71 en el 3T19), seguido por los que pasan de una media a una avanzada, si bien esta transición es mucho más infrecuente. Por el contrario, la probabilidad de pasar de una ocupación básica a otra avanzada permanece estable, entorno al 0,38%.
Resulta llamativo que la probabilidad de pasar de una ocupación básica a una avanzada sea superior a la de pasar de una media a una avanzada, teniendo en cuenta que esta última supone un salto relativamente menor y más accesible en principio.
Entre los trabajadores indefinidos, los hombres (0,8%), con educación alta (0,8%) y de entre 45 y 54 años (0,8%) son el colectivo con mayor probabilidad de ascenso profesional. En cambio, entre los trabajadores temporales, son los hombres (1,3%), con educación media (1,5%) menores de 24 años (1,5%) los que mayor probabilidad de ascenso presentan.
De todas maneras, los colectivos más vulnerables laboralmente muestran una menor probabilidad de ascenso profesional, tanto si se trata de trabajadores con contrato indefinido como con contrato temporal. Así, las mujeres muestran una menor probabilidad que los hombres y los trabajadores con educación básica tienen una menor probabilidad respecto a los trabajadores más formados.
Con relación a la edad, los resultados muestran tendencias opuestas entre trabajadores temporales e indefinidos. Así, estos últimos muestran una probabilidad creciente con la edad (a pesar de que a partir de los 55 años desciende de nuevo), mientras que los trabajadores temporales muestran una probabilidad decreciente con la edad, debido a la mayor probabilidad de crecimiento en las primeras etapas de la carrera profesional de los jóvenes.
Poniendo el foco en los trabajadores temporales, los datos muestran que la probabilidad de ascender profesionalmente ha caído respecto al año pasado entre todos los colectivos analizados, especialmente entre los hombres, las personas con educación media y de entre 25 y 34 años. Como consecuencia de esto, se observa que las brechas de género, educativa y generacional han menguado respecto al año pasado.
En definitiva, se aprecia que la incertidumbre que rodea la coyuntura económica no es propicia para que los empleadores decidan promover un ascenso entre sus trabajadores temporales. Esta tendencia negativa podría generar desincentivos, afectando así a la productividad, lo que subraya la necesidad de acometer reformas del mercado de trabajo orientadas a fomentar la movilidad interna de los trabajadores.
Los resultados por CCAA revelan la existencia de una ligera relación positiva entre ocupación y probabilidad de ascenso profesional entre los trabajadores indefinidos. Así, las Comunidades del Noreste peninsular (Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana) presentan tasas de crecimiento de la ocupación y de probabilidad de ascenso entre los trabajadores indefinidos por encima de la media nacional.
A la inversa, la mayoría de las CCAA donde la ocupación ha crecido por debajo de la media también presentan datos de ascenso profesional relativamente bajos. Respecto a la probabilidad de ascenso entre los trabajadores temporales, son las CCAA del Norte y Centro (Cantabria, Castilla y León y La Rioja) las que presentan los valores más elevados en esta dimensión mientras que las del sur (Canarias, Andalucía y Murcia) presentan los más bajos.