Economía

Bruselas y Londres se atascan en la negociación a 18 días para el Brexit

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Reino Unido y la Unión Europea han llegado finalmente a un consenso en materia de Brexit: "todavía queda mucho trabajo por hacer" para llegar a un acuerdo, pese a hallarse a solo tres días de la cumbre comunitaria que debería autorizar un entendimiento, si ambas partes aspiran a un divorcio ordenado el 31 de octubre.

Bruselas considera que las posibilidades son del 50% y el primer ministro británico demandó ayer a su gobierno que mantenga la preparación para una salida no pactada, tras haber actualizado a sus ministros de la evolución de las conversaciones, un trámite asumido también por el negociador jefe de la UE, en su caso con los embajadores de los Veintisiete.

Boris Johnson y Michel Barnier transmitieron un diagnóstico idéntico sobre el alcance del reto al que se enfrentan ambas partes y, aunque intentaron preservar un cierto sentido de optimismo, reconocieron cuánto falta para un acuerdo al que se le acaba el tiempo. Lo positivo es que los contactos técnicos continúan, pero las próximas 48 horas serán cruciales para determinar si un desbloqueo esta semana es realista.

El premier sigue preparando a sus ministros para una posible salida no pactada con la UE

El premier es, sin duda, quien más prisa tiene: el Parlamento reabre hoy oficialmente sus puertas con el Discurso de la Reina y el sábado lo espera para una jornada histórica en la que, de no presentar una propuesta, está obligado por la denominada Ley Benn a solicitar a la UE lo que ha prometido que nunca haría: retrasar el Brexit. De ahí que se lo juegue todo en el Consejo Europeo del jueves, si bien para la cúpula comunitaria el límite es la víspera, ya que necesita informar a los Estados miembro con margen suficiente para facilitar una postura común.

Por ello, Johnson prevé tomar la iniciativa personalmente entre hoy y mañana con apelaciones directas a los pesos pesados del continente, concretamente al presidente francés, Emmanuel Macron; a la canciller alemana, Angela Merkel; y a escala europea, al jefe de la Comisión, Jean-Claude Juncker. Según avanzó ayer The Sunday Times, su propuesta será clara: resolver un acuerdo ahora, o pactar un divorcio amistoso a final de mes, con pactos sectoriales para mitigar los efectos de un Brexit abrupto y mantener una relativa cordialidad para las futuras relaciones bilaterales.

Las dos salidas para Johson

El problema es que a la ecuación del primer ministro le falta un componente trascendental: la obligación por ley de pedir una ampliación de la permanencia en la UE. De momento, los planes de Johnson al respecto siguen siendo una incógnita, sobre todo ante la aparente contradicción entre su garantía de que respetará la normativa y su promesa de salida el 31 de octubre, aunque no haya entendimiento con Bruselas.

Esta semana debería permitir despejar el interrogante, pero, por precaución, quienes habían promovido el recurso ante el Tribunal Supremo para invalidar la suspensión del Parlamento están preparados ya para volver a llegar al Gobierno a los tribunales, si se atreve a desafiar la ley.

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