La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha advertido, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros de que "la economía española está muy abierta y no podrá aislarse de las tensiones comerciales ni de la desaceleración de la economía europea". La ministra ha pedido no caer en el pesimismo ante las turbulencias que está provocando el Brexit y los nuevos aranceles impuestos por EEUU, pero si hay que "revisar a la baja las previsiones económicas se hará" ha señalado.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha intentado lanzar un mensaje de calma y tranquilidad ante el golpe comercial que ha dado Trump a España con los nuevos aranceles. Pero ha reconocido que el Gobierno está dispuesto rebajar las previsiones de crecimiento, actualmente situado en el 2,2%, si hay un impacto significativo por las tensiones comerciales o las perturbaciones que pueda ocasionar un Brexit sin acuerdo el próximo 31 de octubre.
La ministra no ha cuantificado el posible recorte de los pronósticos de crecimiento, pero sí le ha puesto fecha de cuando se puede producir. Será el próximo 15 de octubre, a menos de un mes para las elecciones generales, cuando el Gobierno remita a la Comisión Europea las cuentas para 2020. Calviño ha ofrecido pocas pistas. "No podemos caer en la complacencia, pero tampoco en el pesimismo", ha subrayado.
Y ha recordado que el Gobierno no se subió a la euforia de las instituciones cuando recientemente se revisó al alza el crecimiento para España. "No nos sumamos porque sabíamos que todavía quedaba por resolverse el Brexit", ha explicado. "Ahora tampoco vamos a sumarnos al pesimismo por la guerra comercial y el desenlace del Brexit", ha añadido.
Recientemente, el Banco de España ha revisado a la baja el crecimiento para España este ejercicio, siendo la primera institución económica en hacerlo. En concreto, bajó la previsión del PIB del 2,4% al 2%, con una fuerte reducción en la creación del empleo. La ministra ha explicado que para el nuevo escenario económico todavía falta la revisión de la AIRef, el ajuste técnico que ha hecho el INE sobre los últimos veinte años de la estadística de la economía española y la valoración de los últimos indicadores económicos. "Los indicadores están siendo mixtos, negativos en industria y positivos en turismo y comercio", ha indicado.
"Sin perturbaciones, nuestra previsión para la economía española es que crecerá hacia una situación de convergencia con el PIB potencial", ha dicho. En plata, la economía irá desacelerándose. Pero Calviño ha subrayado que lo hará sin desequilibrios, con fundamentos "sólidos".
"Hay una fase de recuperación menos intensa que en ciclos anteriores pero más estable y equilibrada", ha enfatizado Calviño, quien ha apuntado que ya no hay déficit en la balanza de pagos, ni burbuja inmobiliaria, la inflación está "muy contenida", baja el déficit y la deuda pública, hay una situación "más sólida" en el sector financiero y España gana competitividad en los mercados internacionales.
Las pensiones seguirán ligadas al IPC
Calviño también ha abordado las críticas del Banco de España sobre la inviabilidad de vincular las pensiones al IPC. La ministra ha afirmado este viernes que el Gobierno, "desde el primer día", ha expresado su compromiso con la revalorización de las pensiones en función del IPC y con el mantenimiento de su poder adquisitivo.
Además, ha lamentado que el Pacto de Toledo no alcanzara un acuerdo en la anterior legislatura, pero ha añadido que en cuanto se inicie la siguiente el Gobierno pondrá en marcha esta comisión parlamentaria, en la que espera recibir el apoyo del Parlamento para revalorizar las pensiones conforme al IPC. Además, ha dicho que el Gobierno mantiene su objetivo de déficit del 2% del PIB para este ejercicio, ya que está "comprometido" con la reducción de desequilibrios heredados de la crisis en déficit y deuda.
Guerra comercial y aranceles para España
Previamente, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, ha señalado que "las sanciones provisionales anunciadas por el Gobierno norteamericano nos parecen y son inaceptables", a lo que se ha sumado instantes después el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ante la posible imposición de aranceles, que afectaría principalmente a Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y España, con especial incidencia en productos como el vino, el aceite, cítricos, embutidos o el queso.
Celaá ha admitido que la guerra arancelaria podría provocar perjuicios en varios e importantes sectores productivos españoles, si bien ha indicado que el Gobierno confía "plenamente" en la negociación y el multilateralismo.
La portavoz del Gobierno ha señalado que España y Europa "sabrán responder a las medidas proteccionistas y nacionalistas de los gigantes internacionales" y ha subrayado que "Europa también es grande y es uno de los momentos para demostrarlo".