
La guerra comercial entre EEUU y China amenaza con hacer descarrilar a la economía mundial. La creciente tensión en el comercio internacional está lastrando los sectores industriales, incluido el de EEUU, mientras que la inversión de las empresas flojea. Ante esta situación, la Reserva Federal ha reducido los tipos de interés de forma preventiva para prolongar la mayor expansión económica de la historia. Este movimiento, sin embargo, y los que están por venir podrían servir de acicate para que Donald Trump intensifique la guerra comercial, conduciendo al país hacia el desastre total. Esta es la opinión de Bill Dudley, expresidente de la Fed de Nueva York, una voz autorizada que conoce de primera mano al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) y los entresijos de la política monetaria estadounidense.
El mercado descuenta casi por completo que la Fed rebajará el precio del dinero en otros 25 puntos básicos en la reunión de septiembre quedando el rango entre el 1,75 y el 2%, frente al 2,25 y 2,5% en el que todavía se encontraba a principios de julio. Este estímulo cortoplacista para la economía de EEUU ayudará a Trump a dar una vuelta de tuerca más a sus políticas proteccionistas sin llevar al país a un desastre económico inmediato, lo que supondría un desgaste político 'mortal' para Trump.
Dudley explica de forma extensa que "la sabiduría convencional reza que si la guerra comercial de Trump con China perjudica las perspectivas económicas de Estados Unidos, la Fed debería responder ajustando la política monetaria en consecuencia, en este caso recortando los tipos de interés. Pero, ¿qué sucede si el estímulo de la Fed alienta al presidente a intensificar aún más la guerra comercial, aumentando el riesgo de una recesión? Los esfuerzos del banco central para amortiguar el golpe podrían no ser simplemente ineficaces. En realidad, podrían empeorar las cosas".
Por ello, los miembros del FOMC se enfrentan a una decisión extremadamente compleja, un dilema que debe resolver la Fed y que será controvertida sea cual sea el desenlace final. "Entiendo y apoyo el deseo de los funcionarios de la Fed de seguir siendo apolíticos. Pero los continuos ataques de Trump contra Powell y contra la institución lo han hecho insostenible. Los funcionarios del banco central tienen que elegir una opción: permitir que la administración Trump continúe por un camino desastroso de escalada en la guerra comercial, o enviar una señal clara de que si la administración lo hace, el presidente, no la Fed, asumirá los riesgos, incluido el riesgo de perder las próximas elecciones".
¿Debe inmiscuirse la Fed en la próxima cita electoral de EEUU en 2020?
Dudley va más allá y asegura que las próximas elecciones pueden estar muy relacionadas con la estabilidad económica y del empleo en EEUU, por lo que "si el objetivo de la política monetaria es lograr el mejor resultado económico a largo plazo, los funcionarios de la Fed deberían considerar cómo afectan sus decisiones al resultado electoral de 2020". El expresidente de la Fed de Nueva York cree que las rebajas de tipos y el fin de la disminución del balance podrían ayudar a Trump a superar los problemas que el mismo ha generado con su política internacional y comercial, lo que a su vez podría ayudar al presidente a ser reelegido y reforzar la decisiones que pueden causar grandes estragos a largo plazo en la economía del país.
El propio Jerome Powell, presidente de la Fed, dejó entrever en el simposio monetario de Jackson Hole, que la política monetaria no cuenta con las herramientas necesarias para combatir las consecuencias de una guerra comercial. Una disputa de estas características puede lastrar el crecimiento potencial de las economías, algo contra lo que poco pueden hacer los recortes de tipos y las compras de activos.
Powell aprovechó el discurso para subrayar las limitaciones de los estímulos monetarios cuando se trata de un enfrentamiento comercial, como el que mantiene actualmente EEUU y China. Un revés implícito al presidente de EEUU, Donald Trump, que continúa presionando a Powell para que recorte tipos de forma mucho más acusada, favoreciendo rebajas de hasta 100 puntos básicos.
Dudley cree que el mensaje de Powell iba en la buena dirección, pero "la Fed aún puede ir mucho más lejos. Los funcionarios deberían declarar de forma explícita que el banco central no rescatará a una administración que prosiga tomando malas decisiones en política comercial, dejando claro que Trump tendrá que soportar las consecuencias de sus propias acciones".
Serán las próximas decisiones de la Fed y los discursos de los miembros del FOMC los que desvelen el posicionamiento que tomará el banco central. Hoy todo hace indicar que la Fed seguirá aumentando el tono expansivo de su política monetaria para contrarrestar la desaceleración económica, sin tener en cuenta quién es el culpable de esta pérdida de impulso.