
La actividad del sector industrial en Alemania repunta ligeramente en agosto, según la primera estimación del PMI manufacturero, pero las compañías siguen mostrando síntomas preocupantes en empleo, pedidos y confianza que apuntan a que la crisis industrial que arrastran desde el año pasado no ha tocado fondo. La destrucción de empleo se acelera hasta niveles de 2012, coincidiendo con la crisis del euro, y la demanda de pedidos cae a niveles desde abril de 2013. Por su parte, el sector servicios, comienza a dar síntomas de fatiga. La creación de empleo del conjunto de Alemania se sitúa en mínimos de agosto de 2014.
Alemania va de cabeza a la recesión, según apuntan los indicadores adelantados. Este jueves se ha publicado las primeras estimaciones de los PMI de industria y servicios, y aunque han salido mejor de lo esperado con una ligera mejoría sobre los datos publicados en julio, no son lo suficientemente sólidos para descartar que una nueva caída de la economía alemana en el tercer trimestre del año, tal como apuntaba el Bundesbank hace escasos días, con lo que la locomotora de Europa entraría en recesión técnica al cumplirse dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
El PMI mide la actividad de un sector a través de encuestas sobre 800 compañías alemanas y se representa sobre un índice de cero a cien. Por debajo de 50 indica que la actividad se está contrayendo. El sector industrial en Alemania lleva en contracción desde enero. Este mes de agosto ha repuntado cuatro décimas hasta 43,6 puntos, pero bajando al detalle no parece que la crisis industrial, provocada por la caída de la demanda exterior, que padece el país haya tocado fondo.
Los pedidos a fábrica cayeron a su nivel más bajo desde 2013 y la demanda de bienes también registró una caída afectando también al sector servicios. Alemania está mostrando su debilidad por su exposición exterior. El comercio internacional supone el 86% del PIB del país, lo que supone recibir un fuerte impacto por las consecuencias que está desatando la guerra comercial. Los empresarios alemanes ponen en primer lugar de sus preocupaciones la demanda exterior por delante de la incertidumbre económica y los problemas del sector auto. La confianza empresarial está cayendo a plomo. Por primera vez desde 2012, las empresas alemanas tienen previsto reducir su producción en los próximos doce meses.
El empleo es otra de las consecuencias negativas de la crisis industrial. La destrucción de empleo en el sector se ha acelerado a niveles de julio de 2012 y ya está afectando al mercado de trabajo en general. La creación de empleo está a su nivel más bajo desde agosto de 2014.
El resto de la economía alemana también se está contagiando. El sector servicios registró su nivel más bajo de actividad desde enero al bajar al 54,4 puntos. "Alemania está siendo una economía de dos velocidades, con un crecimiento continuo de los servicios que compensa la debilidad sostenida en la fabricación", explica Phil Smith, economista de IHS Markit, consultora encargada de elaborar los PMI. La demanda interna y el sector servicios es lo que ha evitado que la recesión no haya llegado antes. De hecho, el índice compuesto subió a 51,4 desde los 50,9 del mes anterior. Pero el experto señala que los datos no eran lo suficientemente fuertes como para disipar la amenaza de otra contracción menor en el producto interno bruto en el tercer trimestre. La economía alemana se contrajo un 0,1% en el período de abril a junio debido a una caída en las exportaciones.
Los expertos piden a Berlín un plan de estímulos económicos
"Ha habido una pequeña luz al final del túnel para la economía de Alemania en agosto, pero el gran riesgo es que se materialice un nuevo golpe a la manufactura con EEUU aplicando nuevos aranceles a las exportaciones de automóviles de la UE o que la debilidad en el sector industrial se extienda a los servicios", señala Jamie Rush, economista jefe para Europa de Bloomberg.
La situación puede a llegar a ser tan grave que ha encendido las alarmas en Berlín ante el riesgo de una recesión severa. El ministro de Finanza, Olaf Scholz, anunció que el país estaba en disposición de inyectar 50.000 millones a la economía, pero lo dijo en plan tentativo y en caso de un agravamiento. Históricamente, Alemania siempre ha sido reacia a incumplir con el equilibrio presupuestario a favor de un aumento del gasto.
"El Gobierno alemán debería reaccionar, tenemos un estancamiento de toda la economía ahora y realmente necesitamos un estímulo fiscal", apunta Carsten Brzeski, economista jefe alemán de ING.
Las buenas noticias para la economía europea ha llegado por parte de Francia. La segunda potencia del euro ha sorprendido al alza con sus datos de PMI en el sector servicios y manufacturero. El sector servicios ha registrado su nivel más alto desde noviembre de 2008, superando la crisis de los chalecos amarillos. El índice compuesto sube ocho décimas hasta los 52,7.
En el conjunto de la zona euro, el índice compuesto aumenta a 51, 8 en agosto, lo que indica una expansión ligeramente más fuerte que en julio.