Todos los desequilibrios que arroja el mercado de trabajo español comparten una misma lectura final y es el presumible impacto que pueden tener sobre el desempleo. En este sentido, las noticias que llegan desde diferentes organismos son poco halagüeñas, tanto que apuntan a un cambio de tendencia desde que se iniciase la recuperación económica de la crisis.
En este sentido, desde BBVA Research apuntan a que en el tercer trimestre del año se podría experimentar un incremento de la tasa de paro del 0,3%, en comparación con los tres meses precedentes, lo que supondría el primer incremento intertrimestral del desempleo desde el segundo trimestre de 2013.
En este análisis, elaborado por la entidad bancaria, también se diagnostica la sintomática de la desaceleración ya tangible con las últimas cifras de empleo. Así, BBVA recuerda que el número de afiliaciones a la Seguridad Social creció en 20.000 personas en julio, lo que supone 10.000 menos que en el mismo mes del pasado año, a lo que habría que sumar que "la información conocida hasta el momento sugiere que esta pérdida de tracción podría prolongarse en el tiempo" y, por tanto, cerrar el trimestre con un incremento del 0,5%, una décima menos que el periodo precedente.

Por su parte, el paro registrado habría aumentado en 5.000 personas en julio (sin efecto de calendario), lo que, de prolongarse, "podría dar lugar a un repunte del 0,3%" de la tasa de paro después de que se redujese el 0,7% en el segundo trimestre.
Esta es la misma lectura que hace la consultora Freemarket, que en sus previsiones económicas para 2020 vaticina un repunte de la tasa de paro del 0,2 por ciento, al situarse en el 14,2% al cierre del próximo ejercicio desde el 14% que se espera para finales de este año.
Más demanda de empleo
Uno de los aditivos a esta pérdida de impulso del mercado de trabajo es el crecimiento de la población activa -aquella en edad de trabajar en búsqueda activa de empleo- experimentada este mismo año. Un argumento que fue utilizado recientemente por la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, en la explicación de la coyuntura económica del país, realizada en el penúltimo Consejo de Ministros, antes del receso veraniego.
Algo cierto si se atiende a los datos del INE donde se observa que la población activa experimentó un aumento de 210.200 personas en el segundo trimestre de este año, el mayor entre los meses de abril y junio de los últimos siete años, y se sitúa en 23.035.500 personas. El número de hombres sube en 114.800 y el de mujeres en 95.400.
En este sentido, la tasa de actividad subió 39 centésimas, hasta el 58,74% en el segundo trimestre de este año. Por sexo, la de los hombres se incrementa 43 centésimas y se sitúa en el 64,4% y la femenina sube 35 centésimas, hasta el 53,3%.
Esto implica un elemento de presión al alza de la tasa de paro, ya que en el mismo periodo se conjuga una desaceleración en la creación de puestos de trabajo al tiempo que cada vez hay más personas que alcanzan la edad de trabajar y entran a la búsqueda de empleo, y que estando parados pero no en búsqueda activa de empleo, pasan a demandar un puesto de trabajo.