
Nuevo SUV a la vista en la familia Ford. Y no, no tiene nada que ver con aquel coqueto Puma que se vendió en nuestro mercado en los años 90 (se retiró de la venta en 2002). El nuevo Ford Puma 2019 que veremos llegar a finales de este mismo año es un todocamino, como no podía ser de otra forma, y llegará para sumarse a la oferta SUV ya existente.
Situado a mitad de camino por tamaño entre el Ford Ecosport y el Ford Kuga, este nuevo modelo se sitúa en la franja que hay entre los 4,1 y los 4,5 metros, es decir, es un coche tirando a pequeño. Esto puede ser una virtud y de hecho lo es, ya que en este caso, a esa compacidad se une una espacio interior generoso y un maletero de 456 litros. Esta cifra casi parece de record en un segmento tan pequeño.
Así que el nuevo Ford Puma es un SUV de reducidas dimensiones y práctico. ¿Algo más? Sin duda, el diseño será su mayor reclamo. Por dentro, es clavado al Fiesta, modelo del que deriva, por cierto. Su plataforma es la misma, aunque las vías sean más anchas en este caso y la suspensión sea distinta. Pero queda claro que son hermanos de sangre por ese diseño interior de última hornada en el que no faltan una gran pantalla en la parte superior de la consola y una instrumentación digital con pantalla de 12,3 pulgadas (opcional).
Por fuera, el nuevo Ford Puma exhibe unas proporciones equilibradas, a pesar de su generoso habitáculo y su gran maletero. La línea deportiva y bien definida hace que todo encaje a la vista, cosa que no siempre sucede en los SUV de este tamaño. Así que estamos ante un modelo que podría convertirse en un éxito de ventas si la relación precio/equipamiento acompaña, porque ya se sabe que en mercados como el nuestro (y en muchos otros, todo sea dicho), el usuario compra por los ojos.
Posible rival de los Seat Arona, Nissan Juke o Hyundai Kona, el nuevo Puma ofrecerá una gama de motores en su lanzamiento algo reducida pero bien adaptada a las necesidades del momento. Bajo el capó se podrá elegir un motor tricilíndrico Ecoboost con dos niveles de potencia, 125 y 155 CV, asociado en ambos casos a un sistema mild hybrid que, presumiblemente, le otorgará el distintivo ambiental ECO.
Ojo, no confundir esto con un motor híbrido al uso. Los sistemas mild hybrid o de hibridación suave aportan una batería que sirve de apoyo al motor de combustión pero que en ningún caso mueve al coche por sí sola. Si hablamos del Ford Puma 2019, esta batería sirve para tres cosas: recuperar energía en las fases de deceleración, ayudar al motor a arrancar tras detenciones cortas y apoyar al motor en las fases de aceleración. Y no es poco, aunque lo pueda parecer. Según Ford, esta tecnología permite reducir el consumo de combustible hasta un 9%.
Más adelante llegará un diésel de 120 CV a la gama y se sumará un cambio automático de 7 velocidades como alternativa al manual, en principio para el Ecoboost de 125 CV.
En materia de equipamiento, el pequeño Ford llega con una dotación más propia de segmentos superiores, entre la que figuran elementos como el portón eléctrico con control gestual, los asientos con función de masaje y el cargador inalámbrico para móviles. Entre los asistentes a la conducción no faltan el control de crucero con función de parada y arranque, la vigilancia de ángulo muerto con corrección de trayectoria, el mantenimiento de carril o la frenada de emergencia con detección de peatones.