La primera mirada sobre el Ford EcoSport nos transmite cierto exotismo. Desconocido en Europa hasta el pasado año cuando Ford decidió importarlo al viejo continente, el EcoSport es un modelo que sin embargo lleva ya en producción desde 2003 en cuatro fábricas de la marca norteamericana: Brasil, India, China y Tailandia.
Para su relanzamiento en Europa, Ford renovó en 2015 el modelo con algunas modificaciones, mejorando de paso algunos defectos que se achacaban a este modelo, englobado dentro de los SUV de dos ruedas motrices de tamaño más compacto.
La mejora más evidente es la pérdida de la rueda de repuesto anclada en el portón, que es de apertura lateral, con lo cual el EcoSport consigue reducir su longitud de 4,24 m hasta los 3,99 m. Sin embargo, para los que deseen seguir llevando rueda de repuesto en lugar del nuevo kit de reparación de pinchazos, ésta se ofrece como opción. Con esta reducción en su tamaño, el EcoSport se hace más interesante para quienes lo vayan a utilizar en ciudad, y gana en compacidad a otros modelos del segmento como los Renault Captur (4,12 m) o Peugeot 2008 (4,16 m). No obstante, el EcoSport conserva su portón de apertura lateral, que dificulta el acceso al maletero cuando estamos aparcados en fila con otro coche detrás.
Capacidad y versatilidad
La originalidad que hemos percibido desde el exterior del EcoSport se convierte en familiaridad cuando accedemos a su interior. Es prácticamente idéntico al de un Fiesta, un poco más colorido en esta nueva versión para Europa, y hereda de éste su sencilla ergonomía y el peculiar diseño entre juvenil y funcional. En comparación a otros modelos de Ford, como pueda ser un Kuga para no salirnos del segmento SUV, percibimos una calidad de materiales inferior, con plásticos más básicos aunque bien presentados y ensamblados.
En cuanto a la habitabilidad del interior, podemos considerar que el Ford está bien aprovechado, con unas cotas dentro de la media en el segmento y una posición de conducción cómoda en viajes largos, dominante sobre la carretera y fácilmente regulable.
La verticalidad de la parte trasera de la carrocería proporciona un buen espacio de carga, de 333 litros de capacidad, que sin embargo y por cuestiones obvias de tamaño es algo inferior al de sus rivales referentes en el segmento (350 litros en el caso del Peugeot 2008 y 377 en el del Renault Captur). Decir también que el respaldo posterior del EcoSport es igualmente abatible por partes, con lo que se consigue una capacidad máxima de 1.238 litros pero con un suelo que no queda del todo enrasado.
Dentro de la gama EcoSport el motor turbodiésel 1.5 TDCi es el que ofrece mayor versatilidad en cuanto a prestaciones y consumos. El nuevo tricilíndrico 1.0 Ecoboost ofrece más potencia (125 CV) con mejores prestaciones en carretera pero en uso intensivo cotidiano no consigue la misma uniformidad y autonomía que el diésel.
Sin ser especialmente potente, el TDCi resulta agradable por su discreción y elasticidad. Resulta progresivo en las aceleraciones, silencioso y no transmite las reconocibles vibraciones de otras mecánicas de gasóleo. Responde bien desde muy bajas vueltas y el cambio manual de 5 relaciones permite aprovechar en todo momento los 95 CV disponibles. Acorde con las nuevas normas Euro 6, su cualidad más satisfactoria es cuando verificamos en el ordenador de a bordo el consumo realizado. Sin hacer demasiados esfuerzos en la conducción es posible estabilizarlo entre 5 y 5,5 litros a los 100 km, toda una sorpresa en un coche de carrocería alta y que ya pesa 1.350 kg.
Puesta a punto al gusto europeo
Para su lanzamiento comercial en Europa, Ford ha realizado una puesta a punto del EcoSport para adaptarlo a las exigencias y gustos europeos en cuanto a su comportamiento. Se han introducido ajustes en los amortiguadores y muelles de suspensión, dotando al modelo de un eje de torsión posterior más rígido. Asimismo se ha variado el calibrado del sistema de control de estabilidad y el funcionamiento de la asistencia eléctrica de la dirección. Para ello, Ford ha recurrido a su centro técnico ubicado en Bélgica, donde el EcoSport se ha adecuado al nuevo mercado europeo, más exigente en cuanto al aspecto dinámico de los automóviles.
El resultado es notable, ya que el pequeño SUV se desenvuelve muy bien en la ciudad pero rueda largas distancias sin complejos por carretera, adaptándose a cualquier tipo de recorrido y destacando por su chasis polivalente y por una dirección precisa. Aunque no es un 4x4, acepta sin rechistar que abandonemos el asfalto, ofreciendo una excelente eficacia sobre pistas o caminos donde demuestra su robustez y buena puesta a punto de las suspensiones.
Otro apartado que sorprende en un modelo inicialmente diseñado para mercados emergentes es un equipo muy completo y moderno. En esta versión Titanium disponemos de serie climatizador automático, control automático de velocidad, barras de transporte en el techo, llantas de aleación, apertura de los bloqueos sin llave y tapicería mixta cuero/textil. Opcionalmente, podemos incorporar además cámara de visión trasera, navegador integrado con pantalla de 5 pulgadas, asientos calefactados o parabrisas y retrovisores térmicos por poner algunos ejemplos.
Ficha técnica
Motor: turbodiésel, 4 cil., 1.498 cc
Potencia: 95 CV a 3.750 rpm
Par motor: 215 Nm a 1.750-3.000 rpm
Consumo mixto oficial: 4,4 l/100 km
Transmisión: manual, 5 velocidades
Maletero: 333/1.238 litros
Velocidad máxima: 160 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 14 segundos
Precio: 14.280 euros
Lo más destacable
-Motor eficaz y de bajo consumo
-Comportamiento polivalente
-Equipo
Lo mejorable
-Apertura lateral del portón
-Calidad de algunos plásticos interiores
-Peso