Continúan las vicisitudes de la conducción autónoma. Tras una evolución favorable en los últimos meses que invita a soñar con esta tecnología en un futuro cercano, dos nuevos accidentes en sendos coches de Tesla y General Motors han vuelto a sembrar las dudas en torno a este sistema. Las autoridades estadounidenses ya han iniciado las investigaciones para averiguar la causa.
En el caso de la firma de Palo Alto, el accidente ocurrió el pasado 22 de enero en California entre un camión de bomberos y un Tesla Model S que circulaba con el sistema Autopilot.
La Administración Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB) envió hoy a dos personas para investigar las causas del siniestro. Según informó el periódico 'The Mercury News', el accidente se produjo cuando el Tesla Model S circulaba por una autopista en las cercanías de Culver City, al norte de Los Ángeles, e impactó la parte trasera de un camión de bomberos que estaba detenido respondiendo a otro accidente.
El conductor del Model S resultó ileso pero el automóvil de Tesla quedó prácticamente destrozado por el impacto. El conductor dijo a los bomberos que en el momento del accidente el vehículo estaba funcionando con el sistema de conducción semiautónoma gracias al cual el vehículo puede tomar control de algunas de las funciones.
Un episodio que evoca al fatídico suceso ocurrido en mayo de 2016 en el que un conductor de otro Model S murió cuando el vehículo en el que viajaba utilizando el Autopilot se estrelló contra un camión en Florida. Tras ese accidente, la NTSB determinó que Autopilot es un sistema de conducción semiautónoma limitado y que el conductor fallecido nunca debió confiar el manejo del vehículo al sistema.
El 'Chevy' Bolt de GM, con un motorista

Chevrolet Bolt autónomo. Foto: archivo.
Por su parte, el gigante automovilístico General Motors ha sido denunciado por un motorista que cayó al suelo tras un leve impacto con uno de los Chevrolet Bolt autónomo que la compañía está probando en San Francisco, según informó 'The Mercury News'. El vehículo robotizado, con un conductor a bordo cuyas manos no estaban sobre el volante según relata la víctima, inició un cambio hacia el carril izquierdo que finalmente abortó para mantenerse en el que circulaba. El motorista, sin embargo, en ese momento ya había ocupado ese espacio y cuando el Bolt retomó su posición inicial colisionó con la moto.
General Motors, por su parte, alega que el coche suspendió la maniobra después de que el vehículo que ocupaba el carril izquierdo al que pretendía cambiarse aminorase la marcha y el espacio se hiciese más pequeño. Asimismo, añade que el Chevrolet Bolt iba a 19 km/h y el motociclista a 27 km/h.
No obstante, el incidente, independientemente de la causa, reabre el debate sobre la seguridad de esta tecnología máxime después de que General Motors proclamase su intención de lanzar una flota de 'taxis' completamente autónomos en 2019.
Una preocupación que se agrava si se tiene en cuenta que los accidentes mencionados son solo algunos de los ejemplos, a los que cabría sumar el sufrido por el coche de pruebas de Google en 2016 o, más reciéntemente, el fatídico debut del autobús autónomo que opera en Las Vegas, entre otros. La gran duda al respecto, sin embargo, es si dichos accidentes se hubiesen evitado con un conductor humano.