La factoría de Ford en Almussafes (Valencia) seguirá otro trimestre con sus líneas de producción en mínimos y no será solo por el tradicional parón estival de agosto.
La dirección de la planta y el sindicato mayoritario en la fábrica, UGT, han llegado a un acuerdo para aplicar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (Erte), que se prolongará hasta finales de septiembre y que viene marcado por la falta de semiconductores para sus coches.
El ajuste viene a mantener el ajuste laboral que las instalaciones valencianas han aplicado en estos tres meses anteriores, con la supresión del turno de noche y la reducción del número de vehículos ensamblados. En la práctica supondrá que la planta mantendrá su actividad pero con 1.400 trabajadores diarios menos en julio y septiembre –dado que el mes de agosto es de vacaciones–. El complejo industrial emplea a más de 6.500 trabajadores.
Además, el Erte incluye varias jornadas de paradas en las distintas secciones del complejo fabril durante esos dos meses para ajustar la producción a la baja. En concreto, Almussafes parará por completo 7 días, mientras que la planta de motores será la más afectada. El acuerdo contempla dejar de producir 17 días en las instalaciones de montaje de propulsores y 23 en las de mecanizados de esa misma sección.
Ajuste a la baja
El objetivo de Ford con este nuevo Erte, con el que ya encadena casi dos años de recortes temporales, es reducir la producción en aproximadamente 26.000 coches y la de motores en 30.000 unidades. La factoría valenciana cerrará el primer semestre del año con un nivel de fabricación que no alcanzará la mitad de lo producido en el mismo periodo durante 2019 y, pese a la pandemia y el parón del confinamiento, tampoco alcanza de momento las cifras del año pasado.
Tras haber aprobado hace unos meses un ERE para la salida de 600 trabajadores, en septiembre los sindicatos plantean empezar a negociar un nuevo convenio.
