Si bien el mercado de ocasión de híbridos y eléctricos está al alza, si hay un vehículo de ocasión (VO) que 'vuela', ese es el Seat Mii eléctrico, pues en apenas 23 días encuentra comprador, según el Green Car VO Monitor de Sumauto, realizado a partir de los datos de autobiz con motivo del Salón del Vehículo de Ocasión, que arranca este en Madrid.
El tiempo que precisa el Seat Mii para echar a rodar es un 70% menos que la media del segmento eco en el mercado de usados. Y es que normalmente los híbridos y eléctricos necesitan 84 días para salir del stock, pero algunos son capaces de rebajarlo a poco más de un mes. Así sucede también con los eléctricos BMW i3, con 29 días; y Citroën E-C4, con justo 30 días, que son el segundo y tercer modelo más rotado en cero emisiones.
En realidad, si la fotografía de la venta exprés de VO usado eco la extendemos a los 10 modelos más rotados, el promedio de lo que tardan en salir de stock es 32 días, un 60% menos que la media de su segmento, y muy lejos de los 109 días (70% menos) que necesitan los usados diésel y gasolina.
Todo ello tiene un impacto en el concesionario y en su cuenta de resultados, dado que un VO es un producto perecedero y deja de ser rentable a partir de los 60 días en stock. Ese tiempo extra es dinero que se pierde, 15 euros diarios concretamente, dado que cada día que pasa sin encontrar comprador se deprecia en 5 euros de media, a los que hay que sumar 10 euros de coste fijo que asume el vendedor profesional.
Aumenta la demanda de coches eléctricos usados
Estos tres modelos representan la punta del iceberg de un mercado que, según los datos de autobiz para el Green Car VO Monitor de Sumauto, muestra un desenfreno del stock de ocasión de eléctricos e híbridos, hasta el punto de aumentar un 36% en lo que llevamos de año, hasta los 30.700 vehículos.
De esta forma, la oferta de esta movilidad sostenible de segunda mano se ha duplicado desde las 15.000 unidades existentes allá por el mes de agosto hasta la fecha. Ese ascenso vertiginoso se explica por la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones, que ha llevado a las marcas a maniobrar con las automatrículas de estos modelos menos contaminantes para evitar las sanciones de Bruselas.
Sin embargo, esta inyección de oferta no se está traduciendo en movimientos de precios a la baja. En realidad, se mantienen estables en torno a los 27.000 euros, aunque la diferencia con los usados diésel y gasolina se reduce, situándose ya por debajo de la barrera de los 10.000 euros.
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