
Las criptodivisas fueron una de las grandes sorpresas de 2017 para los inversores. Su crecimiento sin parangón llevó a muchos a hablar de burbuja y de compararlo con el caso de los tulipanes en Holanda. Los analistas afirmaban primero que el bitcoin no podría superar los 1.000 dólares, luego los 2.000, más tarde los 5.000... Pero aparentemente no había techo posible para unas criptomonedas que se presentaron, para algunos, como una oportunidad de hacerse ricos en poco tiempo. Otros, como Saxo Bank, llegaron a aventurar valores superiores a los 100.000 dólares para el bitcoin.
La manipulación de mercado que infló los precios se sumó al círculo vicioso de los inversores que compraban más criptodivisas cuanto más se revalorizaban para subirse al carro. Y, finalmente, acabó estallando la burbuja. El bitcoin marcó máximos en diciembre de 2017; el ether, en enero de 2018. En los tres trimestres que han pasado desde entonces, las principales criptomonedas han perdido cerca de un 80%, superando el batacazo del 78% que registró el Nasdaq Compuesto a inicios de siglo con la crisis de las 'punto com'.
El misterio del volumen
Más allá de las manipulaciones y la iliquidez de ciertas plataformas, algunas cosas chirrían mucho en este mercado. Por ejemplo, hace cuatro meses, BitForex era tan solo una de muchas bolsas poco transparentes que ofrecían a sus usuarios la posibilidad de operar con criptomonedas como el bitcoin.
Hoy, la plataforma con sede en Singapur informa con regularidad transacciones diarias por más de 5.000 millones de dólares, un volumen casi igual al de la Bolsa de Londres.
¿Qué ha hecho BitForex (y otras startups) para expandirse tan rápidamente pese al desplome de los precios de los activos digitales y la desaceleración de la actividad en locales más consolidados?
Muchos participantes del mercado dicen sospechar que esas bolsas que crecen rápido ofrecen incentivos que alientan a los usuarios a inflar los volúmenes o bien no hacen lo suficiente para frenar los abusos en sus plataformas. Una señal de alarma en BitForex: el volumen que reportó es por lejos el más grande entre 219 plataformas analizadas por CoinMarketCap.com, pese a que el tráfico en su página web equivale a una pequeña fracción del de la mayoría de las demás bolsas.
Para los inversores individuales atraídos por las plataformas con volúmenes inflados, el riesgo es que podría resultar mucho más difícil sacar el dinero de una forma rápida y sin perder dinero de lo que sugieren las cifras. Las dudas sobre la integridad de los criptomercados disuaden a algunos gerentes de grandes carteras de invertir en monedas virtuales y llevaron a los entes reguladores a analizar más detenidamente las bolsas, pese a que algunas hacen grandes esfuerzos para evitar manipulaciones.
"Algunas plataformas dirán 'todos lo hacen, así que yo también', asegura Neil Woodfine, exejecutivo de bolsas de criptomonedas que hoy dirige Clavestone, un servicio de administración de claves de bitcoin. "Los nuevos operadores recibirán información rápido al interactuar con el mercado en operaciones que no se ejecutan al precio que desean".
Minería de transacciones
Las operaciones se han disparado en BitForex por el llamado sistema de "minería de transacciones" de la plataforma, sostiene Garrett Jin, vicepresidente de BitForex, en respuesta por email a preguntas.
La minería de transacciones, también conocida como minería de operaciones, es una práctica polémica. En BitForex, los usuarios obtienen el equivalente a 1,20 dólares en tokens digitales emitidos por la bolsa por cada dólar que pagan en comisiones por transacción. Es un sistema que, según sus críticos, está hecho a medida para alentar el wash trading, práctica en la cual un operador o un equipo de operadores compra y vende el mismo activo varias veces para inflar la actividad del mercado.
En la práctica, si las monedas distribuidas por BitForex retienen su valor, los clientes pueden ganar dinero gratis usando programas automatizados, conocidos como bots, para cambiar una y otra vez criptomonedas entre cuentas bajo su control (no todas las bolsas de minería de operaciones ofrecen reembolsos superiores al valor de las comisiones por transacción que pagan sus clientes).
La confianza
Otras bolsas que ofrecen u ofrecían incentivos parecidos de minería de transacciones, entre ellas DOBI Trade, FCoin, CoinSuper y CoinBene, no respondieron pedidos de comentarios.
Jim Bai, máximo ejecutivo de EverMarkets Exchange, dice ser optimista respecto a que los locales de operación de criptomonedas irán siendo cada vez más fiables a medida que crezca la industria.
"Lamentablemente, los volúmenes falsos son demasiado comunes en el actual ecosistema de criptobolsas", explica. "Naturalmente, la industria madurará. A medida que lo vaya haciendo, llegarán plataformas más legítimas y aportarán suficientes incentivos estructurales reales y beneficiosos para que la gente no se engañe y opere en locales cuestionables. Será un mercado más sano".
Un mercado muy volátil
Así, el bitcoin pasó de valer 19.343,04 al cierre del 16 de diciembre a moverse este jueves en el entorno de los 6.400 dólares, lo que supone una caída del 66%. El ethereum, la segunda criptodivisa con mayor expansión, marcó máximos en enero en los 1.233 dólares y cotiza actualmente en los 215 dólares, anotándose una caída del 82,5%.
En este sentido, el índice MVIS CryptoCompare Digital Assets 10, que reúne a las 10 mayores criptomonedas, cae desde el pasado 1 de enero más de un 71%, y se deja un 77,7% desde máximos. La cifra cobra sentido si se tiene en cuenta que el bitcoin soporta el 33,19% del índice y el ethereum lo hace en un 24,75%, es decir, entre las dos pesan más en el índice que las otro ocho divisas recogidas en el selectivo.
La posibilidad de una recuperación a corto plazo parece casi nula. De hecho, uno de los cofundadores de Ethereum, Vitalik Buterin, señalaba hace unas semanas que el exponencial crecimiento de 2017 no se repetirá en este sector financiero porque ya es un producto que la mayoría de la sociedad ha oído hablar y pierde ese factor novedoso. Sin embargo, Buterin apunta que el objetivo debe ser implantar el uso de las criptomonedas en la actividad económica real, en su uso para intercambio de bienes y servicios, y no simplemente como herramienta de especulación.
Las cifras actuales parecen desmentir, al menos por el momento, que estas monedas digitales basadas en el blockchain puedan servir como valor refugio, como 'oro digital'. Igual que parecían no tener techo, ahora parecen no tener suelo. Definitivamente, las criptodivisas también serán una de las grandes sorpresas de 2018 para los inversores.
Todo ello hace que este mundo esté controlado por unos pocos expertos que conocen sus entrañas y mueven grandes cantidades de dinero. Las 'ballenas' de las criptomonedas van cambiando pero siguen teniendo el control de un mercado que cada vez parece más peligroso.