Divisas

El valor que debería tener el dólar en la era Trump

Trump duda sobre si es mejor un dólar fuerte o débil para su economía. Los analistas prevén que los acontecimientos políticos tiren a la baja al dólar a corto plazo.

Por todos es conocido que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un mandatario atípico. De ahí que no sorprenda que en una de sus muchas noches en vela desde que se ganase la Casa Blanca decidiera consultar con su por entonces consejero de seguridad nacional, Michael Flynn, si un dólar fuerte era bueno o malo para la economía del país. Eran las tres de la madrugada y el por entonces funcionario recomendó a su comandante en jefe que consultase sus dudas con un economista.

Ríos de tinta han corrido desde entonces. De hecho, Flynn dimitió recientemente por una polémica llamada con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, y Trump ha decidido contundentemente que el billete verde esta sobrevalorado, algo que según su parecer no favorece a la economía estadounidense. El dólar es ?demasiado fuerte? y esto "nos está matando", aseguró el pasado 17 de enero mientras señaló que el yuan cae ?como una roca?.

Sin embargo, Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro de la nueva administración, ha maniobrado para justificar la estela ascendente del dólar sin contrariar el claro mensaje de Trump. "Mantengo la posición de que a largo plazo, un dólar fuerte está en el interés de los Estados Unidos, aunque reconozco que en algunos momentos ese no es el caso", dijo durante una de sus comparecencias ante el Senado antes de su confirmación.

Paralelamente, otros funcionarios de la administración Trump, como su representante comercial, Peter Navarro, no ha dudado en sacar los colores no sólo a China sino también a otros países, como Japón y especialmente Alemania, al que incluyó dentro del saco de los presuntos manipuladores de divisas. "Pensamos que el dólar está sobrevalorado contra la mayor parte de las divisas globales", indica Stephan Kessler, director de análisis de Goldman Sachs Asset Management, quien incide que la divisa "todavía tiene potencial para seguir subiendo".

Con una Reserva Federal con el pie puesto en el acelerador monetario, con hasta tres subidas de tipos en el horizonte, y un gobierno que apuesta por las rebajas de impuestos y la inversión en infraestructura como pilares de su agenda económica, es difícil no observar un fortalecimiento de la divisa que comulgue con un aumento de las presiones inflacionistas y el repunte de la actividad económica. Aún así, Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgo de Ebury, señala a esta publicación que "empezamos a acercarnos al fin del ciclo alcista de dólar, aunque todavía veamos algo de recorrido" en el horizonte.

Al ser preguntado sobre qué nivel consideraría la administración Trump apropiado para el dólar, Díaz-Álvarez considera que las propias declaraciones procedentes del Gobierno "son un riesgo a la baja para el dólar". "Hay que preguntarse hasta qué punto tiene su administración capacidad o interés en mantener el tipo de esfuerzo que requeriría impulsar el dólar a la baja mediante meras declaraciones o medidas más agresivas", manifiesta. Desde Ebury son claros al señalar que, en estos momentos, EEUU tiene otras prioridades antes que rebajar el valor de su divisa.

El dólar se moverá en las próximas semanas a merced de tres eventos clave: la comparecencia de Trump ante ambas Cámaras del Capitolio el próximo 28 de febrero, la reunión de la Fed del 14 y 15 de marzo, y la cumbre de ministros de economía y finanzas del G-20 en Baden, Alemania, que se celebrará el próximo 17 y 18 de marzo. "Todavía está por verse que las declaraciones de Trump sobre el dólar se conviertan en medidas concretas, como la retirada del dólar como una divisa de reserva, imitando la decisión de Richard Nixon en 1971", apunta Mike Shedlocks, estratega de Sitka Pacific Capital Management.

Desde su punto de vista, "existe un 60 por ciento de posibilidades de que veamos un dólar más bajo en los próximos meses por causas indirectas, como más declaraciones contra otras divisas o un crecimiento económico que no sea tan fuerte como el esperado", advierte. De momento, según el último análisis de World Economics, cuyo World Price Index compara el valor fundamental del poder de paridad de compra de las divisas contra el tipo cambiario del mercado, el yuan estaría devaluado un 24 por ciento en su cruce con el dólar, mientras la libra esterlina lo hace un 9 por ciento. En el caso alemán, el tipo de cambio estaría un 15 por ciento por debajo de un valor neutro con el dólar; en el caso español e italiano la devaluación es del 5 por ciento. Para David Kelly, estratega jefe global de J.P. Morgan Asset Management, "el dólar está demasiado alto y lo ha estado durante mucho tiempo, encareciendo las exportaciones y abaratando las importaciones".

Desde su punto de vista, durante décadas, el Gobierno estadounidense ha ejercido como el "único pacifista" cuando se han registrado guerras de divisas. En este sentido, señala que normalmente la Fed ha referido el problema al Departamento del Tesoro que siempre ha confiado en las fuerzas del mercado y en la virtud de un dólar fuerte. "Sin embargo, la verdad es que el mercado en cuestión está condicionado por inversores de divisas en lugar de los fundamentos comerciales de las exportaciones y las importaciones", aclara. En estas circunstancias, según su parecer, "tendría sentido que tanto la Fed como el Gobierno apuesten por intentar rebajar los niveles del dólar hasta unos niveles más neutros desde el punto de vista comercial", explica Kelly.

De acuerdo con su análisis, "simplemente anunciar un cambio de política podría funcionar", señala. Si esto no se cumple, la Fed podría intercambiar deuda soberana extranjera por bonos del Tesoro, dentro de su descomunal balance actual. Una operación que sentaría la base para un abaratamiento del dólar.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky