
Con el alza de tipos en EEUU en el horizonte y los riesgos políticos que sacudirán a la eurozona lo que queda de año y parte del que viene, los expertos pronostican que a corto plazo el euro perderá aún más valor hasta encontrar la paridad con el 'billete verde'.
El cambio de Administración en la Casa Blanca, donde el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ocupará su cargo el próximo 20 de enero, ha dado rienda suelta al resurgir del dólar. Una reacción donde se conjuga el plan económico del mandatario, basado en recortes de impuestos e inversiones en infraestructuras, un incremento cortoplacista del PIB estadounidense, un repunte inflacionista y una Reserva Federal que deberá ajustar su política monetaria a este nuevo escenario.
"La Fed se encuentra en la primera fase para dejar atrás su política acomodaticia que ha caracterizado los últimos años", explica Peter Hooper, economista jefe de Deutsche Bank. A partir de ahora, las decisiones de Janet Yellen, presidenta del banco central estadounidense, y los miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) serán "preventivas" en busca de evitar un ajuste más brusco ante una actividad económica que promete recalentarse más de lo esperado a medio plazo.
Un contexto, donde el billete verde se ha convertido en un nuevo desestabilizador del sector financiero mundial. "Cuando el dólar se fortalece, el apetito por el riesgo es débil" aseguraba a mediados de noviembre Hyun Song Shin, jefe de análisis del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), quien indicó que el "dólar es un nuevo barómetro del riesgo", mientras incidió en que nadie se beneficia de una divisa estadounidense más fuerte.
Mientras el dólar estadounidense destrona al VIX, el índice que mide la volatilidad de las acciones del S&P 500, como termómetro de la volatilidad, su fortaleza también refleja el papel que la política y el auge de los populismos juega dentro del mercado de las divisas. "Italia, Francia y Alemania son susceptibles de un mayor riesgo político el próximo año", avisa Shinya Harui, estratega de Nomura. "En este contexto, la zona del euro puede entrar en un ciclo de bajo crecimiento económico y agitación política", añade. Algo que se producirá sin la expectativa aparente de que el Banco Central Europeo vaya a cambiar su estrategia monetaria, lo que incrementará la divergencia con la Fed. No debemos olvidar que el próximo riesgo político para los mercados estará en el referéndum constitucional en Italia. El año que viene habrá elecciones generales en Países Bajos, Alemania y Francia.
El euro, ¿hacia mínimos históricos?
Bajo esta situación, estrategas de divisas como Marc Chandler, de Brown Brothers Harriman considera que el "momento Reagan" que aventura Trump durante los próximos cuatro años, donde además el Capitolio republicano sopla como viento de cola, junto con la volatilidad política que se perfila en la eurozona, el dólar no sólo tocará la paridad con el euro sino que llegará, incluso, a sobrepasar los máximos alcanzados del 0,8270 registrados en octubre del año 2000. Según sus cálculos, el dólar se prepara para una revalorización de hasta el 20%. "Estimo que el euro tocará mínimos históricos", indicó en un informe a sus clientes.
En las últimas dos semanas, desde que se conociera que Trump será el 45º presidente de EEUU, el euro ha perdido un 4% en su cruce con el dólar hasta tocar niveles no vistos en los últimos 12 meses. Una tendencia que ha quedado patente en el desliz sufrido por la moneda única europea durante diez jornadas con su par estadounidense. Desde Citigroup estiman que el euro se cambiará en los 98 centavos de dólar entre los próximos 6 ó 12 meses.
Sin embargo, la esperada paridad entre ambas divisas se materializará en el primer trimestre de 2017. Kit Juckes, estratega de divisas de Societe Genérale indicó a sus clientes que un euro se cambiará a un dólar en el primer trimestre del año que viene para terminar el ejercicio en los 1,09. "Nuestra previsión incluye dos subidas de tipos de interés en 2017, pero se corre el riesgo que de haya más", avisó. "Antes de la victoria de Trump anticipábamos que los tipos tocarían techo entre el 1,25 y el 1,50%, pero ahora los vemos en los 1,75 -2,00%", aclaró. En este sentido, el equipo de expertos del banco francés considera que el Banco Central Europeo comenzará su retirada reduciendo las compras de activos en marzo para dar carpetazo a su expansión cuantitativa en 2018, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
El año pasado, diversas mesas de inversión ya pronosticaron la paridad entre el euro y el dólar ante la divergencia monetaria que se atisbaba en el horizonte. La Fed materializó su primera subida de tipos desde 2006 a mediados de diciembre pasado. Por aquel entonces, se esperaba un ajuste monetario de mayor calado a lo largo de este año, una situación que se ha visto frustrada por la debacle provocada por el yuan en los primeros compases de 2016, los mínimos tocados por el crudo y, posteriormente, la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales en EEUU. Estos factores dieron al traste con las previsiones de Goldman Sachs, que en noviembre del año pasado indicó que la paridad acabaría por ocurrir 12 meses más tarde. Ahora vuelven a fijar el mismo horizonte ante las nuevas circunstancias.
"Mientras la sólida salud de la economía estadounidense y las perspectivas de un mayor estímulo fiscal justifican una política monetaria más ajustada y un dólar más fuerte durante los próximos meses, los recientes giros políticos en Europa seguirán pesando en el euro y el dólar", aseguró el banco capitaneado por Lloyd Blankfein en su cotidiano informe anual sobre los principales temas de inversión que marcarán el próximo año.