Divisas

El estado de Wyoming se convierte en el 'salvaje oeste digital' con una regulación favorable a las criptomonedas

  • Gigantes del sector como Kraken, Cardano o Ripple se han trasladado allí
  • Las leyes estatales han otorgado carta bancaria a este tipo de plataformas
  • Esta serie de pasos provoca el recelo de las autoridades federales y bancarias
Imágenes: Dreamstime

Uno de los estados de lo que fue conocido como el salvaje oeste norteamericano, Wyoming, es ahora el territorio en el que los integrantes del universo de las criptomonedas pueden desenfundar sus armas más rápidamente. Tras siglos con una economía basada en la minería, la agricultura y el turismo, las autoridades llevan ya unos años impulsando una regulación favorable a todo lo que guarde relación con las criptodivisas y su tecnología blockchain.

El hecho de que el célebre 'Estado de los cowboys' haya adoptado la jurisdicción más favorable de EEUU a los criptoactivos ha animado a varios gigantes del sector a trasladar sus operaciones desde polos tecnológicos como San Francisco a Cheyenne, capital de Wyoming. La plataforma de intercambio de criptomonedas Kraken, así como las tenedores de sendas criptodivisas con su nombre Cardano y Ripple son algunos de los que se han instalado allí.

Aparte de la tendencia más libertaria de los habitantes de Wyoming, lo que facilita este contexto, el senador del estado Chris Rothfuss, demócrata, es bastante rotundo a la hora de explicar a MarketWatch los motivos de esta regulación más benigna con unos criptoactivos que siguen provocando un gran recelo en la comunidad económica internacional: hay que diversificar la economía. "Producimos una gran cantidad de carbón, petróleo y gas, algo que no tiene necesariamente el futuro brillante que alguna vez tuvo", reconoce.

No obstante, Rothfuss insiste en que, aunque Wyoming tiene un vasto historial de regulaciones favorables a las empresas, en esta carrera hacia adelante con las criptomonedas tiene más peso el impulso de la propia comunidad que el de los legisladores. Y pone como ejemplo a los empresarios del estado que tuvieron que emigrar en busca de mejores oportunidades.

Un caso pradigmático es el de Caitlin Long, fundadora y consejera delegada de Avanti Bank & Trust, que ofrece servicios de custodia a los inversores institucionales en criptodivisas. Veterana curtida en Wall Street, donde trabajó para Salomon Brothers, Credit Suisse o Morgan Stanley, en 2012 se empezó a interesar por el potencial del bitcoin y en 2018 regresó a Wyoming para pelear por una regulación más favorable a las criptomonedas después de que en 2017 impulsara una beca para mujeres ingenieras pagada en bitcoin y descubriera que la normativa estatal impidiera estos intercambios.

Long entró a formar parte del Wyoming Blockchain Taskforce, donde trabajó para elaborar más de una docena de nuevas leyes relacionadas con la tecnología blockchain y los activos digitales. A medida que el proyecto ganaba enteros, atrajo la atención del público y alentó un apoyo aún mayor por parte los legisladores.

Las leyes promulgadas por Wyoming en 2018 y 2019 aclararon el tratamiento de los activos digitales en el derecho mercantil, sentando las bases legales para los llamados "contratos inteligentes", o contratos que se ejecutan automáticamente mediante código informático en la red blockchain. También facilitaron a los criptoinversores la creación de sociedades de responsabilidad limitada, un vehículo sobre el que el estado ya reguló en 1977 ayudando a muchas empresas desde entonces. La semana pasada, el gobernador republicano de Wyoming, Mark Gordon, firmó una ley para dar estatus legal a las organizaciones autónomas descentralizadas, o comunidades propiedad de sus miembros que operan utilizando la tecnología blockchain.

Con esta serie de cambios se permite a los bancos de Wyoming servir como custodios de activos digitales bajo un marco legal único que posibilita que los inversores institucionales mantengan la propiedad directa de los activos digitales a través de un banco custodio. Long sostiene que esto hará que los bancos de Wyoming sean el lugar donde los inversores prefieren almacenar su riqueza digital.

Los cambios también exigen que la División de Banca de Wyoming emita un nuevo tipo de carta bancaria, denominada institución depositaria de propósito especial, para los bancos que operan principalmente con activos digitales. Kraken Bank, filial de Kraken, se convirtió en el primer banco en recibir esta carta en septiembre de 2020. Avanti fue el segundo en octubre de 2020.

Más allá de los recelos federales ante esta nueva normativa, algunos observadores han señalado con preocupación que la nueva carta bancaria de Wyoming puede exponer al sistema bancario nacional a nuevos riesgos. El Banco de la Reserva Federal de Kansas City está revisando la solicitud de Kraken para obtener acceso al sistema de pagos de la Reserva Federal, como tienen derecho la mayoría de los bancos con estatuto estatal, lo que daría al banco una cuenta en la Fed y la pertenencia al sistema de liquidación conocido como Fedwire.

No todo está en manos de Wyoming

Rob Nichols, director ejecutivo de la Asociación de Banqueros de EEUU ya avisó a principios de mes de que, dado que la normativa permite a los criptobancos constituirse sin estar asegurados por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, estos cuentan con una ventaja competitiva. "Tienen acceso a los sistemas de pago de la Reserva Federal, pero no quieren jugar con las mismas reglas que los bancos tradicionales", se quejó Nichols.

Por el lado contrario, Albert Forkner, comisionado de la División de Banca de Wyoming, aclara que fue la ausencia de directrices claras sobre la custodia de activos digitales lo que motivó a Wyoming a crear esta nueva carta. También apunta a que estas nuevas leyes exigen que estos bancos cuenten con reservas suficientes de dinero en efectivo o valores similares para satisfacer cualquier posible solicitud de retiro por parte de los clientes.

Sin embargo, no todo está en manos de los legisladores de Wyoming. La citada Fed de Kansas City sigue teniendo el poder de conceder o denegar el acceso al sistema de pagos del banco central. Esto hace "esencial" que para que la normativa del estado tenga efectos reales la Fed acoja en su sistema a instituciones como el referido Kraken Bank. Este paso permitiría la liquidación de las transacciones en tiempo real y crearía una pasarela casi sin fricciones entre el dinero tradicional y las criptomonedas.

Los defensores de este 'salvaje oeste' critican que los reguladores federales han sido en general demasiado lentos para proporcionar a la industria de las criptomonedas un marco regulatorio específico para esta nueva tecnología. Con todo, esta presión desde Wyoming está obligando ahora a los reguladores federales a, como mínimo, fijar una posición en estos temas.

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