
En los últimos meses la cadena de supermercados Dia ha estado vendiendo miles de jamones, embutidos y loncheados bajo las marcas Campo Noble, QSabor y De Casta que habían sido previamente robados. Eso es lo que está investigando la Guardia Civil, tras la presentación de una denuncia por parte de Comapa, la que fue la mayor distribuidora de productos ibéricos.
Esta compañía presentó la denuncia contra la firma QSabor Foods en la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos (Madrid) ante la sospecha de que habían sido sus antiguos gestores -los hermanos David y Jaime Álvarez Fra- los que estaban detrás de toda la operativa. Y es que, según confirman fuentes próximas a la investigación, "QSabor Foods es una sociedad administrada por Mario Sergio Martín González, hijastro de David Álvarez, que se denominaba con anterioridad Iberian Focus y que fue el brazo exportador de Comapa bajo la dirección de los Álvarez".
Delito de receptación
Lo que se ha denunciado es un presunto delito de receptación al haber sacado provecho -de manera consciente- de una mercancía que había sido robada. Pero, ¿cómo se produjo ese robo? Las fuentes consultadas por este periódico explican que los hechos se remontan a hace un año. Comapa, capitaneada entonces por los hermanos Álvarez, se había convertido en un gigante cárnico gracias a la venta de jamones a muy bajo precio en cadenas como Carrefour, Consum o Ahorramás.
El problema surgió cuando la empresa fue denunciada por estar vendiendo jamón polaco como si fuera español bajo las marcas Sierra Alpujarra y Trevedul. Ante esta situación, el gigante cárnico catalán Vall Companys, que tiene el 29,83%de Comapa, decidió en abril del año pasado tomar el mando y apartar "de los órganos de administración y dirección a los hermanos Álvarez, debido a una negligente gestión al frente de la empresa", según dijo entonces.
Advertencia
Un directivo de Vall Companys, Enrique Gil, fue nombrado en ese momento consejero delegado y entonces saltó la sorpresa. Nada más aterrizar en la compañía los nuevos gestores detectaron que se estaba produciendo una salida de producto sin justificación a alguna. Comapa trabaja con proveedores externos que almacenan la mercancía -los denominados reservistas- por lo que lo primero que hizo Gil fue advertirles de que no se podía mover ni una sola pieza de jamón sin su autorización.
"La limitación de movimientos queda totalmente restringida a la aprobación expresa de las personas autorizadas:el señor Enrique Gil y el señor Sergio Mompel", les comunicó la compañía a los proveedores reservistas en una carta fechada el 11 de abril de 2019.
Aunque es algo que todavía no está probado por la Guardia Civil, las fuentes consultadas por este periódico señalan que lo que se sospechaba era que "se había creado una trama paralela para el desvío de producto en la que, presuntamente, estarían implicados los antiguos gestores del grupo".
El hecho es que poco después de que desapareciera una parte de la mercancía, ésta empezó a venderse en los supermercados de Dia. La pieza clave en todo el entramado sería Ángel Monreal, que era el responsable de compras que gestionaba la cuenta de Comapa en Carrefour y que trabajaba ahora en Dia. Monreal no solo era una persona muy cercana a los Álvarez sino que hasta hace apenas unos días era incluso socio en otra empresa -Just Food Online,- de Mario Sergio Martín, el administrador único de QSabor, el hijastro de David Álvarez.
La Guardia Civil ha ordenado a Dia retirar las piezas sospechosas de robo y, aunque la compañía asegura que ya no están a la venta y ha abierto una investigación interna para depurar responsabilidades en el departamento de Compras, por ahora insiste en que Monreal sigue en su puesto, sin que se haya tomado ninguna medida contra él. Aunque en el sector hay múltiples rumores de que habría sido destituido, una portavoz de la empresa de distribución lo niega tajantemente. "No es cierto", dice.
Más allá de Ángel Monreal y su conexión con los antiguos gestores de Comapa, otra de las líneas de investigación se centra en la empresa Industrias Delfos Diez, ubicada en la localidad de Seseña (Toledo) y que figura a nombre de Francisco Martínez. Se trata de un antiguo socio de los Álvarez Fra en Comapa, que tras su salida de la misma, fundó esta nueva sociedad. Los jamones distribuidos por QSabor para los supermercados La Plaza de Dia, bajo la marca comercial De Casta, presentan en sus etiquetas comerciales el sello u óvalo sanitario con el código numérico de la empresa de Martínez como último manipulador de la mercancía. La legislación vigente remarca que este sello de registro, que debe figurar en las etiquetas de los alimentos, siempre debe ser "el de la empresa que manipula en último lugar el producto".
Todo indica así, y siempre según la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, que el entramado de los jamones robados, a la espera de que se pueda probar quienes son los responsables, es mucho más amplio de lo que se creía en un primer momento. "Lo que es seguro por ahora es que los jamones desaparecieron de Comapa y se pusieron a la venta en Dia", aseguran las fuentes consultadas. De hecho, aunque las partidas sospechosas han sido retiradas, las marcas de jamones y embutidos afectadas siguen todavía comercializándose en sus tiendas.