
Nada ha cambiado en el fútbol femenino español. Tres semanas después de que la Selección, tras ganarse un puesto en el panorama mediático, se fuese del Mundial y a menos de dos meses de que empiece la temporada 19/20, las jugadoras no saben en qué condiciones económicas desempeñarán su profesión. Ni siquiera el anuncio de la Federación Española de Fútbol (RFEF) sobre la inscripción de todos los equipos de Primera y Segunda a su nuevo modelo ha modificado el paisaje.
Porque, aunque el ente federativo se ha felicitado por la confirmación de las 16 escuadras en la denominada Primera División Pro, desde la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) se matiza que esta adscripción no deja de ser un trámite: ha tenido lugar porque, a día de hoy, es la única liga existente. Los puntos de desencuentro siguen tal y como estaban el mes pasado.
Uno de ellos, el más importante, es el de los derechos de TV que la ACFF cedió a Mediapro por tres millones de euros por cada uno de los próximos tres años. Un punto que la RFEF no reconoce, pendiente todavía de encontrar un nuevo operador que aumente la oferta en un 30% tal y como aseguró Luis Rubiales a este periódico. Ante ello, la ACFF ha querido aclarar que, pese a la inscripción en su liga, piensa pelear el acuerdo al que llegó con la empresa de Jaume Roures, vetada por la RFEF.
Hasta 13 de los 16 clubes de la Liga Iberdrola (quedan fuera el Athletic, el Barcelona y el recién ascendido Tacón, que será comprado por el Real Madrid, todos ellos no pertenecientes a la ACFF) han firmado un anexo en la inscripción en el que indican que sus derechos de TV han sido cedidos a Mediapro, nombrando a la firma audiovisual única interlocutora válida en caso de que la RFEF requiriese algún tipo de diálogo.
Sí existe una certeza más o menos generalizada en cuanto al patrocinio de la Liga Iberdrola, que continuará en el curso 19/20. En este punto existe un nuevo de ruptura con la RFEF, ya que la ACFF denuncia que, con la temporada ya terminada, aún no ha recibido las ayudas que Iberdrola aporta en el marco del programa Universo Mujer. Hasta 1,2 millones de euros que el año pasado fueron 1,35 y ahora se habrían visto reducidos en 150.000 euros.
El aspecto económico es importante porque se ha convertido en el foco de atención de la lucha que los sindicatos y la patronal mantienen en torno al que debería ser primer convenio colectivo del fútbol femenino. Un texto que se lleva negociando desde octubre y que aún sigue muy lejos de concretarse al estar las posturas muy alejadas entre la ACFF, AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), Futbolistas ON y UGT (Unión General de Trabajadores).
La razón: que el nivel de ingresos de los equipos es el que marcará la oferta de la ACFF en cuanto al salario mínimo. La patronal asegura que, si no prospera el acuerdo con Mediapro, solo puede ofrecer 14.000 euros anuales con una parcialidad que no sea inferior al 50%. La propuesta de los sindicatos es de 17.000 euros anuales, una parcialidad que no sea inferior al 75% y una prima de 1.500 euros por jugadores para renunciar a la retroactividad del convenio. Un extremo que la ACFF rechaza.
No se prevé un acercamiento en la reunión que el próximo 25 de julio mantendrán de nuevo sindicatos y patronal, y la amenaza de una huelga, esgrimida por las jugadoras a través del sindicato AFE (mayoritario en la mesa negociadora, con tres de sus cinco asientos), sigue sobre la mesa.