Puma ya está metida de lleno en la NBA. La firma y la competición estadounidense han anunciado un acuerdo de marketing multianual que supone la confirmación de la entrada de la empresa alemana en el negocio de liga más importante de baloncesto del mundo.
Gracias a este acuerdo, Puma se convierte en el socio de calzado de la NBA, creará una línea nueva de sneakers y podrá producir merchandising y usar los uniformes y el logo de la liga norteamericana para sus campañas de publicidad.
En palabras de su director de marca, Adam Petrick, Puma ha calificado esta operación como la reentrada en el "siguiente nivel" de su operación de reconquista de un mercado abandonado y ahora en vías de recuperación, el de la NBA.
La compañía alemana se ha centrado en el deporte (en los últimos meses ha firmado a jugadores como Luis Suárez, David Silva o Jan Oblak, el más reciente) y en lo relativo al baloncesto apostó muy fuerte por la NBA atando a prometedores rookies', a DeMarcus Cousins y al jugador de Boston Celtics Terry Rozier, con el que debutó introduciendo su primer modelo de zapatillas de baloncesto en casi dos décadas.
La compañía crece un 12% en 2018, en el que consiguió 4.648 millones de euros en ventas, por delante de Under Armour
Precisamente, Puma ha anunciado sus resultados de 2018 horas después de hacer oficial su acuerdo con la NBA. Y el año que ya ha pasado no ha podido ser mejor para la marca: ha facturado 4.648 millones de euros, por encima de las expectativas marcadas tras el primer semestre y con un crecimiento del 12% respecto a 2017.
La empresa alemana se propone continuar con la tendencia para 2019 y subir en este año sus ventas en torno a un 10% para mantener el tercer puesto mundial de las grandes marcas deportivas, solo por detrás de Nike y Adidas.