
Durante diez años, LaLiga ha gozado de una de las mayores rivalidades en clave deportiva de la historia del fútbol, con lo que ello significó en términos de visibilidad, competencia deportiva y atención mundial. Cristiano Ronaldo y Leo Messi centraron todos los focos del universo futbolístico en el torneo español, pero el luso se ha marchado este verano a la Juventus y el argentino tiene ya 31 años. El ciclo se aproxima a su fin, es el cierre de una etapa y la competición que preside Javier Tebas se prepara para superarla en clave económica.
El Football Benchmark de KPMG analiza las opciones de LaLiga para superar el adiós de, probablemente, los dos mejores jugadores que hayan pasado por ella a lo largo de su historia y cómo se ha estado moviendo para echar el vuelo y reinventarse. La búsqueda de nuevos contratos televisivos y los planes de conquista internacional son ya claves para una competición que desea recortar el terreno con la Premier League.
Los 3.421 millones de euros obtenidos para el periodo 2019-2022 han supuesto un aumento del 15% en los ingresos respecto al anterior periodo que pueden ser todavía más: esta misma semana LaLiga ha abierto el pliego de condiciones para los cuatro de los ocho paquetes de derechos restantes. Así, la cantidad será todavía superior, y se ve complementada con los 4.500 millones de euros conseguidos para el ciclo 2019-2024 en concepto de derechos internacionales, un 30% más.
A pesar de ser la tercera competición en asistencia media (sus 27.000 espectadores están detrás de los 38.000 de la Premier y los 44.000 de la Bundesliga), la liga española aumenta su caché, pero tiene un objetivo: acortar la distancia con la joya de la corona de las grandes ligas, la inglesa, que la dobla en beneficios pero se ha estancado en la última subasta para la venta de sus derechos televisivos.
Para ello, tendrá que hacerlo sin Cristiano y, en los próximos años, sin Messi. La vía a explorar por la competición ha sido clara, apostar por la conquista del extranjero. La iniciativa más polémica y ruidosa ha sido la del acuerdo con Relevent para llevar LaLiga a EEUU. El proyecto de Tebas de exportar el Girona-Barcelona a Miami ha fracasado en su primer intento, pero el plan del torneo es conseguirlo en la siguiente temporada. El pacto con la firma de Stephen Ross es para 15 años, y en este periodo la intención es clara: a través de la creación de la empresa LaLiga North America se quiere promocionar el fútbol español en EEUU y Canadá. Dos mercados emergentes en el deporte rey, pero ni mucho menos los únicos.
China aparece como otra de las líneas maestras de LaLiga. Si la visita de Xi Jinping a España a finales de noviembre desembocó en la creación de una base permanente para futbolistas chinos en España, ha sido solo la última pisada de un camino ya largo entre ambos entes y que está destinado a la infiltración de la competición en el gigante asiático. Una "alianza estratégica" que incluye campos de entrenamiento, academias y acuerdos comerciales que tienen reflejo en otros países del continente.
India, Pakistán, Sri Lanka, Bután, Afganistán, Nepal, Maldivas y Bangladesh, tras un acuerdo a tres bandas con Facebook, podrán disfrutar de 380 partidos de la competición mediante la emisión en dicha red social, en lo que es un proyecto para introducir la competición en un bloque de ocho países, con especial atención para el primero, con una población de más de 1.300 millones de habitantes. Entre India y China suman más de 2.600 millones, una cifra que es imposible de obviar y sobre la cual pretende actuar el organismo de Javier Tebas. También Japón y Tailandia surgen como vías de actuación En el país nipón, merced a la aparición de jugadores como Takashi Inui o Gaku Shibasaki, se ha aumentado la audiencia de la web de LaLiga en un 59%.
Todo esto se ha desempeñado en paralelo a un desarrollo tecnológico que pretende personalizar la experiencia del usuario para atarle y proporcionarle contenidos especializados para fidelizarle, así como en aumentar conocimientos sobre audiencias potenciales para captarlas. El uso del big data, de la mano de un acuerdo a largo plazo con Microsoft previo pago de 20 millones de euros.
Inversión tecnológica, crecimiento económico, desarrollo en materia de derechos televisivos y expansión internacional son los pilares para afrontar con garantías el fin de una etapa y el comienzo de otra. Una estrategia cuyo éxito o fracaso se vislumbrará dentro de unos años.