Meses después de la expulsión del Reus de Segunda, el fútbol español se aproxima a un nuevo problema económico que pone en alerta a la categoría de plata: las dificultades económicas que están llevando al Málaga a una estrecha vigilancia por parte de LaLiga y la movilización de las autoridades locales y andaluzas para acabar con un desbarajuste salarial que podría alcanzar ya los seis millones de euros y que señala de lleno a la presidencia del club, liderada por el jeque qatarí Abdullah bin Nasser al-Thani.
La trayectoria del equipo blanquiazul ha sido alarmante en los últimos meses. Descendido de Primera en la 17/18, recibió en la 18/19 unos 20 millones de euros en concepto de ayuda por parte de LaLiga, un mecanismo habitual que ayuda a estos clubes a paliar el impacto que supone la bajada de categoría y su correspondiente reducción de ingresos. El problema para el Málaga fue que no fue capaz de aminorar los gastos.
Agotada la bala del ascenso por méritos deportivos (eso habría supuesto un aumento de los ingresos), el Málaga se vio este verano con una estructura de equipo demasiado grande para su músculo económico. En términos de directiva, fútbol base o trabajadores, el club malagueño no redujo sus gastos lo suficiente. Tampoco en cuanto a los salarios a futbolistas, el principal contratiempo que tiene en el corto plazo.
La señal de alarma fue el inevitable y gran bajón del límite salarial (la cantidad máxima de sueldos a pagar que impone LaLiga a sus equipos) para el presente curso, de 25 a 9,9 millones de euros. La circunstancia conllevó un conjunto de ventas que, además de para la obtención de beneficios extraordinarios, iban encaminadas a la reducción de la masa salarial. Se fueron Javi Ontiveros, Federico Ricca, Michael Santos, Jony, Jack Harper y Roberto Rosales, pero no fue suficiente.
El club tiene un desfase de seis millones de euros, a tres jugadores entrenando sin jugar y tan solo 17 fichas profesionales
Con un desfase negativo de seis millones de euros, al término del mercado de fichajes una de los jugadores de mayor nivel, el japonés Shinji Okazaki (campeón de la Premier 15/16 con el Leicester), se marchó al Huesca ante la imposibilidad de jugar. También se quedaron sin ficha, a la espera de lo que suceda, José Rodríguez, Álex Mula e Iván Rodríguez, que entrenan sin poder jugar. Actualmente, el equipo solo tiene 17 fichas profesionales y completa sus convocatorias con jugadores del filial. Es decimoséptimo, con seis puntos en siete partidos y empatado con los equipos que marcan la zona del descenso a Segunda B.
El panorama, que ya es preocupante, ha provocado la reacción de los estamentos deportivos y políticos. Primero, LaLiga, que ha pedido al club un programa de viabilidad para reducir gastos y asegurar que pueda llegar a pagar las nóminas. Este plan podría incluir un ERE con despidos en la plantilla, ventas de jugadores y la búsqueda de nuevos patrocinadores, según informó la Cadena Cope.
En paralelo, las administraciones públicas también se ha interesado por la situación del club. El Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Andalucía se reunieron con accionistas minoritarios este pasado fin de semana en un encuentro en el que Al-Thani no estuvo presente.
Es, precisamente, el dueño de la entidad sobre el que recae toda la presión y buena parte de las críticas por la gestión de los últimos años. Al jeque qatarí le toca mover ficha porque el riesgo de apertura de expedientes por parte de LaLiga es evidente. Grupos opositores al presidente consultados por El País hablan de que la tesorería del equipo da para pagar nóminas hasta octubre o noviembre. A partir de ese momento, los jugadores estarían capacitados para denunciar, lo que agravaría más la situación.
Existen varias soluciones para tratar de arreglar el desaguisado económico que tiene el club. Además de las anteriormente citadas, Al-Thani tiene otras opciones más peliagudas como la de vender el equipo, ampliar capital y otra que hace referencia a un asunto polémico: la posible devolución por parte del jeque de los más de cuatro millones de euros que el Málaga le prestó en diferentes préstamos.
Joaquín Jofre, responsable del Departamento Jurídico y Recursos Humanos del conjunto malagueño, lo dejaba claro este mismo lunes: "El propietario tiene muchas opciones encima de la mesa y él al final es el que decide. Si decide invertir, bienvenido sea. Si no, hemos planteado una serie de opciones y ellos tienen una serie de opciones para poder solucionarlo". Al-Thani, por el momento, sigue en Qatar.