
Donald Trump sacó al mercado su propia criptomoneda, TRUMP, justo antes de tomar posesión como presidente de Estados Unidos, en enero. Ahora, el republicano ha organizado un evento exclusivo para los mayores inversores de su memecoin. Los 220 mayores tenedores de la cripto están invitados a una cena privada con el mandatario en Washington D. C., la capital de EEUU, el próximo 22 de mayo. La convocatoria del evento explica que Trump es conocido como el Presidente Cripto y que este grupo de inversores podrá disfrutar de una cena y de la visión de primera mano del político sobre el futuro de la industria.
El token se dispara tras conocerse la noticia de la velada. TRUMP sube un 32% en las últimas 24 horas, hasta los 12,3 dólares. Aparte de los inversores que respalden la criptomoneda o quienes busquen especular, lo más probable es que esté habiendo compras que estén directamente relacionadas con la cena privada. Asegurarse un plaza depende de lo que uno esté dispuesto a pagar e, incluso si no se hace como inversión, se puede comprar la cripto como pase para acceder al evento.
De hecho, se tendrán en cuenta las posiciones de los inversores hasta el 12 de mayo, por lo que la 'puja' sigue abierta hasta entonces. Según se detalla en la web de la cripto, la selección se hará con los balances entre el 23 de abril y el 12 de mayo. "Compra $TRUMP y sube en los rankings", anima la organización. El evento se celebrará en el club de golf del republicano.
Una vez más, sobrevuelan las dudas sobre si el presidente de EEUU está manipulando los mercados. Poco antes de anunciar que concedía una prórroga para negociar los aranceles recíprocos, Trump animó en sus redes sociales a invertir, diciendo que era "un gran momento" para hacerlo. Además, después de esa decisión, se jactó de lo mucho que habían ganado dos de sus amigos. Dijo que el inversor Charles Schwab y el empresario Roger Penske habían ganado millones de dólares. Aparte, algunos de los anuncios del republicano, como el de la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin, han tenido efectos directos en el mercado.
Aunque Trump haya dado un empujón a su criptomoneda, esta cotiza lejos de sus máximos, en torno a los 75 dólares. Desde ese pico, TRUMP ha caído un 83,6%. Puede ser otra de las razones que le hayan llevado ahora a querer impulsar el precio. Además de la cena y del discurso de Trump sobre el futuro de la industria, hay otras recompensas. Los inversores más fieles, los 25 mayores tenedores de su cripto, también podrán asistir a una recepción VIP con el presidente, dice la convocatoria, y, aparte, podrán disfrutar de un tour VIP por la Casa Blanca.
Más allá de una posible manipulación del mercado, se da una situación de conflicto de intereses. El mandatario está metido en varios negocios cripto que, en buena medida, dependen de la regulación americana. Trump tiene la potestad de dar forma a leyes favorables para la industria y de impulsarla desde la Administración, algo cuestionable cuando su dinero y sus medidas van de la mano. De él pueden depender o puede condicionar el éxito de ciertos proyectos. Y no es el único que está involucrado en las criptomonedas, ya que varios de sus hijos también forman parte de sus proyectos cripto.
El mes pasado, su compañía, Trump Media and Technology Group (TMTG), anunció un acuerdo con la firma Crypto.com para lanzar varios fondos cotizados de criptoactivos, ETFs, como los que ya se comercializan de BlackRock o Fidelity. Aparte, lanzó el proyecto World Liberty Financial (WLF), que tiene su propio token asociado, WLFI, con el que ya se ha recaudado dinero y con el que se podían levantar hasta 1.500 millones de dólares.
Y hay más, ya que dos empresas afiliadas a Trump poseen parte de la cripto y otras sociedades asociadas a él mismo han ganado varios millones de dólares por las comisiones generadas con la negociación. Es decir, el presidente de EEUU se está lucrando con las criptomonedas y la cena privada en Washington D. C. parece su última ocurrencia para seguir haciendo caja.