Construcción Inmobiliario

Italia desatasca la principal autopista de Sacyr en el mundo con 300 millones

  • Allana la financiación de 1.300 millones para la Pedemontana-Veneta
Manuel Manrique, presidente de Sacyr. Foto: Archivo.

Sacyr da un paso decisivo para llevar a buen puerto el que es su mayor proyecto en el mundo: la autopista Pedemontana-Veneta. Ante las dificultades para cerrar la financiación de la infraestructura, adjudicada en 2009 a SIS, la constructora italiana de la que Sacyr controla el 49% y su socio INC el 51%, la Región del Veneto ha aprobado una serie de modificaciones en la concesión que busca garantizar la culminación del proyecto, cuyo presupuesto asciende a 2.700 millones de euros. Entre los cambios, destaca la inyección de 300 millones de dinero público, lo que permitirá impulsar las obras y, sobre todo, reducir las necesidades de financiación ajena, estimadas ahora en 1.300 millones.

El nuevo contrato de concesión contempla, además, una curva más aplanada a lo largo de sus 39 años de vida, de forma que la previsión de los ingresos por el tráfico crece en los primeros años y se rebaja en los últimos. "Esto genera más certidumbre a los financiadores, ya que los incrementos de tráficos e ingresos en la parte final de la concesión eran los que creaban más dudas en los bancos", según explican fuentes próximas al proceso.

Este reequilibrio se sustenta en un estudio encargado por la Región del Veneto. El resultado es un recorte del tráfico promedio hasta 27.000 vehículos diarios durante toda su vida útil. Una bajada que tendrá consecuencias sobre los ingresos totales para la concesionaria, pero no sobre la rentabilidad, dado que habrá una menor inflación acumulada y, por tanto, una tasa de descuento inferior.

Originalmente, la cartera para SIS se estimó en 25.000 millones. Ahora, se prevé una reducción de 6.700 millones, de forma que quedará en el entorno de los 18.300 millones. Esto se debe a que es la Región del Veneto la que asume los riesgos de tráfico y no la empresa. A cambio de todas estas medidas, la Administración italiana elimina el canon de disponibilidad de la autopista, por el que preveía pagar 532 millones en 15 años.

La decisión del Gobierno regional, que previamente ya había contribuido con 600 millones, revela el fuerte interés de las autoridades por sacar adelante la Pedemontana-Veneta, una autopista que unirá las ciudades de Vicenza y Treviso a lo largo de 95 kilómetros. Con ello, se refuerza la visibilidad del proyecto y se allana el camino para que SIS logre los fondos para financiar la infraestructura.

A este respecto, SIS tendrá que acordar con los bancos la financiación de unos 1.300 millones, 300 millones menos de los que requirió hace un año y medio, cuando inició las negociaciones con un grupo de entidades pilotadas por JP Morgan y Santander. La falta de garantías por la negativa de la Cassa Depositi e Prestiti (CDP) a conceder avales públicos al proyecto hizo imposible el acuerdo. El nuevo escenario cuenta con el beneplácito de la banca y podría facilitar la participación de otras instituciones públicas (como avalistas). En las próximas semanas tendrán que dilucidar la estructura de la financiación, que incluirá la emisión de bonos ligados al proyecto.

Además de la Pedemontana-Veneta, Sacyr tiene en Italia otro de sus grandes contratos en el mundo, la autopista Roma-Latina. Se adjudicó la obra en 2016 por 2.800 millones, con una cartera de más de 12.000 millones.

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