El Tribunal Supremo denegó la libertad provisional al líder de ERC, cuando su partido le veía como una alternativa a Carles Puigdemont, que se permanece en Bruselas.
ERC abrió la puerta para que Oriol Junqueras sea el nuevo presidente de la Generalitat ante las dificultades que supone investir a Puigdemont, todavía en Bruselas. El diputado republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, nombró esta posibilidad aludiendo a que no es posible la presidir Cataluña desde el extranjero como plantea JuntsxCat. Sin embargo, Junqueras tampoco tendrá fácil su participación en el nuevo Parlament que se constituirá el próximo 17 de enero, tal como estableció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Por ahora, el líder republicano seguirá en prisión preventiva después de que el Tribunal Supremo le negara la libertad provisional en la vista del jueves, resuelta al día siguiente.
Sobre Puigdemont, la posibilidad de que sea investido como presidente sin regresar a España, lo que implicaría su inmediata detención, no parece viable. El Reglamento del Parlament impide la reforma 'exprés' necesaria para que eso se produzca, ya que el mismo procedimiento que requiere la aprobación de la norma hace imposible que esta esté lista a tiempo para la investidura. Aunque para Junts per Catalunya, su líder sigue siendo la única alternativa para presidir el gobierno de la Generalitat.
El partido de Puigdemont afronta una situación complicada, y aún podría ser más difícil. El partido heredero de CDC tendría que asumir las consecuencias de una posible culpabilidad de la antigua formación, que está acusada por su posible implicación en el Caso Palau, del que esta semana se supo que se resolverá el 15 de enero. Ese día se comunicará a los principales implicados una sentencia que preocupa a los exconvergentes por la presencia de su extesorero, Daniel Osácar, entre los acusados. En su caso, por un presunto delito de tráfico de influencias junto a dos exdirigentes de la empresa Ferrovial, lo que podría salpicar a altos cargos del partido.
Todo ello en una Cataluña que sigue notando los efectos de la crisis política en su economía. Mientras que los visitantes extranjeros incrementaron un 10,3 por ciento el gasto que realizarn en sus visitas al conjunto de España, en el caso de Cataluña se produjo una caída del 4,2 por ciento. El turismo sigue resintiéndose por la inestabilidad creada en los últimos meses, del mismo modo que otros sectores como el empleo y la inversión inmobiliaria.
Además, la fuga de empresas, pese a reducir el ritmo en las últimas semanas, sigue mostrando un incesante goteo de salidas que implican a empresas importantes. La inestabilidad jurídica y la incertidumbre sobre el futuro sigue presente y esta semana era la inmobiliaria Habitat la que trasladaba su sede social a Madrid según el Colegio de Registradores Mercantiles de España. De este modo, el éxodo empresarial en la comunidad sigue creciendo después de cerrar 2017 con 3.208 cambios de domicilio social, según datos del 29 de diciembre.