
Junts per Catalunya sigue buscando fórmulas para lograr que Carles Puigdemont, único candidato que tiene garantizado el apoyo de ERC, sea investido de nuevo presidente de la Generalitat. Su negativa a volver a España plantea dos problemas al bloque independentista. El primero es resolver la duda de si un candidato puede presentarse a la sesión de investidura sin estar presente en el Parlament. El segundo es cómo conseguir que se contabilice el voto de los diputados ausentes -huidos o en prisión-, fundamental para que el separatismo tenga mayoría en la Cámara.
El Reglamento de Parlament no prohíbe expresamente que pueda hacerse un discurso online, sólo determina que en el debate de investidura "el candidato presenta [...] el programa de gobierno y solicita la confianza del Pleno". En este sentido, y dado que ni grupos ni juristas se ponen de acuerdo sobre si es posible una investidura en plasma, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que los separatistas impulsen una reforma exprés del Reglamento que garantizara la validez de un debate telemático. Esta opción, sin embargo, parece inviable dados el tiempo y las mayorías que requiere su tramitación.
Las dudas 'republicanas'
El procedimiento de reforma del Reglamento se regula en los artículos 126 y 127 de la misma norma. En ellas se prevé un trámite agravado, que exige la creación de una comisión y una ponencia en la que estén representados todos los grupos parlamentarios, que deberá elaborar una proposición de reforma en el plazo de tres meses. Una vez esté redactada la propuesta, ésta deberá seguir los trámites del procedimiento legislativo común. Su aprobación exige mayoría absoluta.
En caso de que en el Pleno no se lograra el voto favorable de la mayoría absoluta de los diputados, el texto sería devuelto a la comisión, que tendría que abrir un nuevo trámite de enmiendas. Tras ello, según exige el Reglamento, este órgano debería emitir un nuevo dictamen en el plazo de un mes.
Todo ello debería ponerse en marcha después del 17 de enero, día en que se constituye el Parlament, dado que entre las funciones de la Diputación Permanente no se encuentra la de impulsar modificaciones normativas.
A ello habría que sumar las dudas de ERC de facilitar a Puigdemont la Presidencia desde Bélgica. Aunque lo nieguen en público, los republicanos maniobran para poder investir a Oriol Junqueras si el Tribunal Supremo decide mañana ponerlo en libertad.