El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, urgió este lunes al Gobierno de Pedro Sánchez a plantear una propuesta para resolver el conflicto político catalán y "acabar con la represión", atendiendo a las reclamaciones de amnistía y autodeterminación que vencieron en las urnas en las elecciones autonómicas catalanas de hace un año.
En una conferencia con unos 400 invitados con motivo de este primer aniversario, con el lema Avancem (Avancemos), Aragonès advirtió al Ejecutivo central de que si ignora esta cuestión "abre la puerta del Gobierno a la derecha y la extrema derecha. Será su responsabilidad, no del independentismo".
Afirmó que la Generalitat ha "venido a transformar", y está comprometida tanto con las necesidades urgentes como con la visión a largo plazo, en la que Cataluña quiere dejar de estar "limitada" por el Estado, con ejemplos como los recortes judiciales al Estatut y a múltiples leyes autonómicas por parte del Tribunal Constitucional.
"La situación actual es de bloqueo por falta de valentía del Gobierno central"
Puso en valor que la negociación con el Estado se ha puesto en marcha, pero "debe empezar a dar resultados". Lamentó que la situación actual es de "bloqueo" por "falta de valentía" del Gobierno central, que no hace una propuesta para Cataluña, y apeló a la unidad del independentismo para activar "mecanismos de presión" que permitan avanzar.
Reconoció que es un proceso complejo, pero se mostró convencido de que se superará si el independentismo gana fuerza a través de la unidad y la cohesión, ya que los mecanismos para encontrar una solución acordada "dependen de la voluntad política".
"No se debe confundir negociar con renunciar, y las discrepancias internas debilitan la posición negociadora"
A las voces críticas con la mesa de diálogo dentro del independentismo -que solo defiende ERC-, les dedicó que no se debe "confundir negociar con renunciar", y que las discrepancias internas debilitan la posición negociadora -"no hay nadie más independentista que nadie"-, mientras que al Gobierno le avisó: "Si la negociación no avanza, no nos quedaremos de brazos cruzados".