Cuando se habla de la propiedad de Mango, hasta ahora solo aparece un nombre: Isak Andic, pero pronto serán tres más: Jonathan, Judith y Sarah Andic, sus hijos. El relevo generacional en el sector de la moda español tiene un nuevo exponente en ciernes, con la próxima constitución de un consejo de administración en la patrimonial de la familia Andic, Punta Na, en el que entrarán el primogénito y las otras dos hijas del dueño.
Además de este paso en la firma que controla el 100% de la matriz de Mango, el grupo de moda también prepara otras novedades en los próximos meses respecto a nuevos órganos de gestión para profundizar en su profesionalización, que tuvo como punto de inflexión el nombramiento de Toni Ruiz como consejero delegado en 2018.
Mientras el proceso de relevo generacional en la gallega Inditex, cuya culminación está prevista para esta primavera, ha llenado ríos de tinta en los últimos meses, teniendo en cuenta que es la principal fortuna española y la primera firma de moda española y referente internacional, la segunda generación de la que ocupa el segundo lugar en el negocio textil de origen nacional, la catalana Mango, permanece prácticamente en el anonimato, con la excepción del hermano mayor, Jonathan, por sus responsabilidades en Mango, si bien sus apariciones públicas son contadas, en la línea de su padre.
Isak Andic ha labrado su imperio desde Barcelona, aunque nació en Estambul (Turquía) en 1953, pero su querencia por la discreción sigue al pie de la letra la de las grandes fortunas empresariales catalanas. A las puertas de los 70 años, su trayectoria de apariciones públicas es muy escasa, y sus declaraciones se pueden contar con los dedos de una mano.
Isak Andic cuenta entre su patrimonio con mansiones en Barcelona y Baqueira, un gran yate, un jet privado y una extensa colección de arte, entre otros activos. De hecho, a través de Punta Na controla una cartera inmobiliaria formada por unos 60 activos con un valor de mercado de 1.200 millones de euros en países como España, Francia, Austria y República Checa. Entre los más destacados figuran el inmueble donde se ubica el hotel Mandarin Oriental, en el Paseo de Gracia de Barcelona; Serrano 60, en Madrid (ocupado por la flagship de Mango en la ciudad y sus oficinas en la capital), y un activo en el barrio de Opera de París.
Los ingresos de Punta Na, fundada en 1999, proceden de las rentas de locales comerciales, oficinas y hoteles, y en 2020 facturó 1.842 millones de euros, un 22% menos que el año anterior -su ejercicio récord- por la pandemia, mientras que el resultado neto quedó en rojo, con pérdidas de 207 millones, frente a un beneficio de 21 millones en 2019. En 2021 encara "la senda de la rentabilidad", según fuentes cercanas.
A los herederos de Mango nada de lo que deseen les falta, pero no hacen ostentación de ello y huyen de los photo call. Con todo, las siguientes líneas arrojan un poco de luz sobre su vida.
¿Quiénes son?
Jonathan, de 40 años, se educó en Suiza y se licenció en Comunicación Audiovisual en Estados Unidos, así como en gestión y contabilidad y finanzas en IESE. Comenzó su trayectoria en Mango en 2007, asumió temporalmente la vicepresidencia ejecutiva de la compañía junto a Dani López antes de que Mango iniciara la profesionalización de su gestión con el nombramiento de Toni Ruiz como primer ejecutivo, y actualmente forma parte del consejo de administración y del comité de dirección del grupo.
También dirige Mango Man, una de las líneas de mayor desarrollo del grupo, así como el área de interiorismo y de gestión de los proyectos especiales de la empresa. Así, está al frente de la implantación del nuevo concepto de tienda de Mango o del proyecto Campus Mango, la futura sede corporativa de la compañía en Palau-solità (Barcelona).
Si no hay contratiempos, en sus seis manos recaerá la empresa y la fortuna de su padre, de 1.600 millones de euros, según Forbes
Judith, de 39 años, se formó en diseño de moda en el Istituto Europeo di Design (IED), en Barcelona, y trabajó en Mango como responsable de diseño y desarrollo de las colecciones premium y committed (la colección sostenible), pero dejó la compañía en 2019 y ahora trabaja en Punta Na.
Sarah, con 24 años, también trabaja en Punta Na, en su área de acción social. Estudió gestión de empresas de moda en el Instituto Marangoni en Londres y gestión estratégica de diseño en Parsons. Mientras estudiaba realizó prácticas en Mango, pero también ha pasado por grupos españoles de joyería como Oro Vivo, Tous y Aristocrazy.
Si no hay contratiempos, en sus seis manos recaerá la empresa y la fortuna de su padre, de 1.600 millones de euros, según Forbes. De hecho, Isak Andic fundó Mango en 1984 junto a su hermano Nahman, pero éste se retiró en 2019 y ahora disfruta en Jerez de su yeguada personal. Su hija Violeta, que lideró la línea de tallas grandes homónima en Mango, también salió en 2019.
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