
La decisión de la CUP de mantener este lunes su enmienda a la totalidad a los presupuestos de la Generalitat para 2022 ha agudizado las tensiones entre ERC y Junts en el Govern. Al mismo tiempo que la tarde de este domingo se producía una reunión en el Palau de la Generalitat con En Comú Podem para contar con apoyos suficientes como para sacar adelante la tramitación de las Cuentas este lunes, Junts, ausente de manera voluntaria en dicho encuentro, evidenciaba sus recelos en rueda de prensa.
Pese al desmarque de la CUP, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, insistía en la apuesta por la alianza independentista del 52% que surgió de las últimas elecciones autonómicas, y colocó la responsabilidad de su ruptura en los republicanos: consideró que el rechazo de la formación anticapitalista a los Presupuestos tiene más que ver con las diferencias con ERC sobre los acuerdos de investidura que con las Cuentas.
Sànchez reivindicó que la reunión de ayer con En Comú Podem era "política", y no de contenido de las Cuentas, sobre las que aseguró que Junts no aceptará "un giro de 180 grados" como pide la formación morada, ni cambios sustanciales, porque lo que no se ha acordado con la CUP no se acordará ahora con Podemos. "Junts no aceptará que por la puerta de atrás se cambien los Presupuestos presentados por el conseller de Economía, Jaume Giró, que son unos buenos presupuestos", remachó.
En este sentido, Junts no está dispuesta a eliminar de los Presupuestos el complejo de ocio y juego de Hard Rock en Tarragona, y tampoco renunciará a la candidatura para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 si cuentan con el aval del territorio en la consulta prevista para el próximo año. Asimismo, defiende "el desarrollo del potencial portuario y aeroportuario de Barcelona".
Jordi Sànchez también fue taxativo respecto al rechazo de Junts a un posible pacto por el que En Comú Podem apoye los Presupuestos catalanes a cambio del soporte de ERC a las Cuentas de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona. Además, incidió en que este lunes no se necesita un pacto sobre las Cuentas del Govern, sino simplemente una abstención que permita iniciar su tramitación parlamentaria, a partir de lo cual habrá más tiempo para negociar apoyos y contenidos dentro del bloque independentista, hasta la votación definitiva prevista para el 23 de diciembre.
Sobre dichos contenidos, abundó en que Junts no va a incorporar a la acción de gobierno catalana las "políticas nefastas" de Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, en referencia a algunas de las reclamaciones de En Comú Podem.
Y es que los morados ya fueron el grupo que permitió sacar adelante los Presupuestos catalanes de 2020, los últimos aprobados y todavía vigentes, tras una negociación con ERC en la que Junts también mostró objeciones. Asimismo, ERC ha sido el aliado principal del gobierno municipal en minoría de Colau y PSC en Barcelona, y los republicanos han apoyado las Cuentas locales en los últimos años, tendencia que se ha roto este año en la tramitación inicial, si bien todavía quedan varias semanas para negociar enmiendas parciales antes de la votación definitiva, agendada también para el 23 de diciembre, como a nivel autonómico.
Enmienda a la totalidad
En el Parlament, ERC y Junts necesitan al menos tres abstenciones de diputados de la oposición para que los Presupuestos de 2022 puedan empezar su trámite parlamentario, pero al cierre de esta edición, todos los grupos ajenos al Govern tienen registradas enmiendas a la totalidad para un pleno que está agendado para las 14.00 horas de este lunes.
La reunión de este domingo entre ERC y comuns acabó sin acuerdo, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, convocó para este lunes a las 8.30 horas una reunión extraordinaria del Consell Executiu para compartir el estado de la negociación y la importancia de aprobar los Presupuestos de 2022 "por lo que suponen para la reactivación económica y social después de la crisis provocada por la pandemia y la incorporación de los fondos europeos para impulsar los proyectos Next Generation", informó el Govern en un comunicado.
A pesar de la cuenta atrás en marcha, el Govern ha rechazado hasta ahora contactar con el PSC en busca de apoyo, pese a los repetidos ofrecimientos desde las filas socialistas, que fueron la formación más votada en las elecciones catalanas pero quedó como primer grupo de la oposición tras la alianza independentista para mantener la presidencia de la Generalitat.
En el caso de la CUP, se presenta complicado un cambio de actitud respecto a los Presupuestos catalanes, tras considerar insuficientes los ofrecimientos realizados por el Govern hasta ahora, que incluían más que duplicar el gasto público en vivienda hasta 1.000 millones de euros, e incluso crear dos nuevos impuestos ambientales sobre las emisiones portuarias y de la industria más contaminante, previstos en la Ley catalana del cambio climático pero todavía no desarrollados.
Según indicaron a elEconomista fuentes de las negociaciones, son la única concesión a la que estaba dispuesto Jaume Giró en materia de alza fiscal, después de que el conseller asegurase repetidamente que no subiría los impuestos el próximo año. Las Cuentas de 2020 ya supusieron un aumento fiscal.
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