El grupo belga Punch promete producir más de 75.600 vehículos en 2030 en las plantas que dejará Nissan en Barcelona este año, de los que casi 36.000 serán pick up diésel, 31.200 pick up de hidrógeno y 8.500 furgonetas eléctricas. Este es el escenario base, aunque desde la marca aseguran que con volúmenes algo inferiores seguirían siendo rentables. La previsión para 2025 es de más de 46.100 unidades.
La compañía ha presentado este martes en Barcelona su concept car de combustión de hidrógeno basado en el modelo de pick up Navara de Nissan, y ha detallado su propuesta de oferta vinculante por las instalaciones automovilísticas de la firma nipona, que pasan por una inversión de 650 millones hasta 2017 y más de 1.000 hasta 2030.
Punch, que espera una decisión de la comisión de reindustrialización de Nissan Barcelona para final de mes, defiende que su propuesta es la única que ofrece continuidad para las tres plantas de Nissan, toda su plantilla y sus proveedores, y esgrime su experiencia de reindustrialización de otras fábricas de componentes europeas.
Su proyecto, que se dirige a público profesional y mayoritariamente para la exportación, se basa en los modelos Navara (con motores primero diésel para el mercado africano y otros que acepten normativa Euro5, además de foco para el mercado australiano y neozelandés, y luego de diésel con normativa Euro6d y combustión de hidrógeno para Europa en primavera de 2024, cuando empieza la norma Euro7) y la furgoneta eléctrica eNV-200 para flotas de taxi.
Para ello, confía en la colaboración de Nissan para las patentes, y también prevé producir patinetes eléctricos de marca propia en la capital catalana.
Punch es una empresa familiar con una facturación de 500 millones de euros, presencia en siete países, 1.750 empleados, y que da servicio a 30 fabricantes como General Motors, BMW, Jaguar y Tata, y proveedores de nivel 1 como Marelli.
En Barcelona compite con otras tres propuestas, pero Andy Palmer, responsable del proyecto de reindustrialización de Punch para Nissan, ha reivindicado que hay lugar para todos porque la movilidad del futuro requiere de distintas soluciones según el uso del vehículo: Punch se ubicaría en Nissan y los demás pueden buscar otros espacios.
Sus planes también pasan por implicarse en el ecosistema local, desde la innovación hasta el leasing y renting con concesionarios, además de querer ser parte importante del clúster del hidrógeno que se está creando entorno al puerto de Barcelona y también del Plan España Puede.
También espera apoyo local: Contempla 50 millones de euros de ayudas públicas y 100 millones de créditos públicos para su presupuesto inicial de 650 millones de euros hasta 2027.